Estoy hasta las bolas de los periodistas y parlanchines televisivos que se pasan la vida criticando la política exterior de Bush, insinuando que el ilustre presidente ha cometido “errores graves” al meter a la nación americana en un “nuevo Vietnam”. El asunto donde más les gusta regodearse es en la supuesta “falta de planificación” para encargarse de Irak tras la caída de Saddam.
No gente. Bush no ha cometido errores. Dios, en su infinita gloria, jamás permitiría que su elegido metiera la pata de una manera tan atroz como dicen quienes lo critican. Es más, me parece una falta de respeto criticar a Bush, sabiendo que fue puesto ahí por el mero Cosmocreador. En fin, que si alguien tiene algo en contra de Bush, entonces que se atreva mejor a ir al grano y criticar a quien lo puso en el poder, o sea a Dios.
La falta de planificación en Irak fue precisamente debido a que no hacía falta planificación alguna en ese sentido. El único plan que hizo falta fue fabricar una excusa para poder invadir a un país, saquearlo, provocar una guerra civil entre los árabes locos que viven en él, y llenarle los bolsillos a una infinidad de corporaciones subcontratadas relacionadas estrechamente al partido republicano, entre ellas Halliburton y la maquinaria industrial americana productora de bombas y cohetes-mata-infieles.
Total, que las armas de destrucción masiva terminaron apareciendo. Le cayeron a los iraquíes desde el cielo.
¿Que no hubo plan para Irak? Ohhh sí, sí que lo hubo.
Y que sea el Señor bendecido en su infinita gloria!
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