Advertencia: El siguiente artículo contiene lenguaje gráfico. Discreción con los menores.
Hace poco vi una película de terror, Land of the Dead, de George Romero. La trama es muy sencilla. El mundo ha sido invadido por los zombies, y sólo queda una colonia humana (en EEUU, no podía ser de otra manera). Los supervivientes viven en un tipo de ciudad fortificada rodeada de agua. Ahí dentro tienen todo lo necesario para llevar una vida cómoda, entretenimientos, comida; mientras afuera el mundo está plagado por muertos vivientes que campean por su respeto. Lo que mantiene ese sistema en pie son las fuerzas de seguridad que se encargan de que los zombies no penetren en la "isla". Cada vez que un zombie se acerca lo acribillan a balazos o sencillamente dejan que se quede pillao en la verja electrificada. Bueno, pues no hace falta que nos llegue el apocalipsis para que los boricuas sepamos que PR ya presenta un panorama similar.
Puerto Rico está plagado de zombies. Es un hecho. Una vez iba caminando por el Viejo San Juan con unos amigos y derepente me encuentro de frente con esta "mujer", que nos pedía una peseta. La tipa era una junkie, y estaba tan y tan enganchá que los pantalones estaban acartonaos de sangre seca pq le había bajado la regla y no se había cambiado. Esa misma tarde nos topamos con un célebre limosnero con la pierna podrida. (El tipo lleva así como 14 años y no se muere, asi que no nos sorprendería que descubrieran que en realidad es una pata de palo con efectos especiales estilo Hollywood.) Más tarde nos encontramos con Mr. Ensure. Ensure es un vagabundo mellao, que dice que tiene sida, y cuando te pide dinero lo justifica diciendo que tiene las tripas tan podridas que lo único que puede alimentarlo son las batidas de calorías Ensure de la farmacia Walgreens. Un vagabundo highclass, digamos. (Hasta la fecha nadie lo ha visto nunca entrar a la farmacia.)
¡En el paisaje apocalíptico metropolitano hay zombies por todos lados! Pero a eso hay que añadirle la existencia de otras subclases de seres del inframundo, que bien podrían resultar corrosivos a nuestra dignidad si entramos en contacto con ellos. Por ejemplo, sólo hace falta meterse en una guagua de la AMA para toparte con algún especimen del "Clan espechugaítos de Carolina", una tribu de niños que se resisten a ponerse una camiseta, y les encanta hablar malo frente a los viejos. A mayor es la edad de los pasajeros de la guagua, mayor la intensidad soez de su lengua. Parece que lo hicieran a propósito, pero no, es un instinto natural. Luego están sus madres, unos especímenes enormes que se encargan de hartarlos a "jinquetazos", no porque los niños hablen malo frente a los viejos o anden corriendo por toda la guagua, sino porque no paran de pedir, pedir y pedir.
Más abajo en la escala del inframundo, se encuentran los Armagedon brawlers, que no son otra cosa que los que se pelean en los semáforos para poderte joder el cristal del carro con sus squeegees asquerosos mojaos en baba radioactiva. También están los scavengers, los que van por las urbanizaciones buscando suministros sobrantes en los alrededores de las casas de los "de bien". Y no podemos olvidarnos de los End Times raiders, son los subhumanos del submundo; organizados y no dudan en entrar a las casas de los "de bien", y llevarse todo lo que pillan en su paso. Muchos de ellos terminan infectados y convertidos en zombies. Las malas lenguas dicen que son auspiciados por gente "de bien", pero son sólo rumores.
Bueno, el asunto es que los puertorriqueños "de bien", los hijos de papi, los que salen en "lanchita" los sábados tempranito a Palominito, los que se van pa Icacos a darse la Heineken, los que se refugian en esos parajes paradisiacos que nos da la naturaleza caribeña, es decir, los privilegiados; se han dado cuenta de que cuando regresan a la isla, no pueden mantener el mismo estado mental de paz y armonía. En PR se vive en stress. Nunca sabes por dónde te va a salir un zombie o un raider. Así pues, ya que es ilegal matar a esos seres de la noche, han ideado una manera de sobrevivir a sus ataques:
Los hibernaderos urbanos deluxe.
Los hibernaderos urbanos deluxe son una adaptación boricua a la idea de suburbio gringo, pero a la bestia; y no deben confundirse con urbanizaciones cerradas. La idea es llevar la típica casa enrejada con alarma hasta su lógica consecuencia, a la macroescala. Son lugares fortificados, con murallas, y múltiples controles de acceso para que tú y tu familia puedan disfrutar de una vida libre de zombies. Estos hibernaderos aun están en fase de desarrollo. Muchos cuentan con piscina y canchas de tennis. Algunos ya tienen sus supermercados adentro. En estos momentos se está desarrollando el plan de que incluyan centros comerciales exclusivos para sus vecinos. También se habla ya de la construcción de escuelas privadas, y además se plantea la posibilidad de pequeños hospitales para que las mujeres embarazadas puedan dar a luz sin tener que pisar territorio zombie-comanche. Es muy probable que en un futuro no muy lejano, los hibernaderos deluxe cuenten con sus propios helipuertos, de modo que los habitantes puedan acceder directamente a sus embarcaciones en Isleta Marina, lugar que contará con su propio helipuerto fortificado.
Los hibernaderos deluxe son quizá el invento más maravilloso de la era moderna en Puerto Rico. Algunos envidiosos piensan que son como cárceles, que impiden que los seres humanos socialicen con personas de otros niveles económicos. Pero ¿quien puede creerse semejante barbaridad? ¿Quién puede sentirse aprisionado en un nivel de paz y armonía tan relajante? ¿Cómo puede criticarse un sistema que protege los oídos de tus hijos de las cacofonías del reggaetón?
Los hibernaderos no son para segregar a la población! Sino para que los que no pueden vivir en ellos aprendan el ejemplo de cómo se tiene que vivir, y se esfuercen y se superen. La idea es que sólo queden zombies más allá de las murallas. ¿Cuál es el problema? Ninguno.
Así que apreciado lector, si algún día ves Land of the Dead, o la más reciente 28 weeks later (con trama parecida), no te sientas claustrofóbico. En PR ya se está viviendo en pequeñas fortalecitas, hibernaderos, viveros de seres humanos. Cada vez los zombies estarán más lejos de ti. Posiblemente la fobia anti-zombie llegará al nivel donde ni querremos salir de estos lugares a pagar impuestos. No te extrañe que algún día algunos de estos lugares desarrollen su autonomía municipal, alcaldías, y que más tarde hasta se declaren repúblicas independientes, luchando entre sí por el dominio de los recursos y suministros de la tierra que aun controlan los zombies. Hmmm, nublado el futuro es...
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