viernes, 18 de julio de 2008

Ratzinger pide unir todas las fes de mundo contra la violencia

La hipocresía ecuménica continúa.

La última noticia es que el Papa Ratzinger pide que para luchar contra la violencia, especialmente el terrorismo, todas las “fes” deben unirse. No sé para qué…Tal vez se ha dado cuenta que el “dios” católico no es lo suficientemente “omnipotente” y ahora necesita la ayuda de deidades colegas, Vishnu, Zeus, Alá, etc.

¿Por qué será que Ratzinger no les explica a esa gente de “otras” fes, lo que su doctrina católica realmente dice?

¿Por qué no explica en ese mismo comunicado que la Iglesia católica enseña que todo aquel que no sea bautizado y siga sus mandatos irá directamente al infierno?

¿Cómo carajo puede hablarse de terminar con la violencia en este mundo, cuando la Iglesia católica es la primera que hace violencia cuando condena a todos los no-católicos al fuego eterno!!

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Benedicto, sabes bien que tu religión conformó la primera institución terrorista de la historia occidental. Las paredes de tu “Santa Sede” están forradas con la sangre de miles de inocentes, musulmanes, indígenas, esclavos, herejes, brujas, científicos, filósofos y ateos.

No nos hables de unir fes, cuando tu fe, desde sus fundamentos bíblicos y la tradición misma, está podrida de rencores y miedos a los que no son como ustedes.

La única diferencia entre los terroristas y tú, es que ellos no son hipócritas y ponen en práctica lo que sus textos sagrados dicen: Cortarle la cabeza a los infieles. Benedicto, tus textos sagrados dicen lo mismo. ¿Por qué no sacas la espada de una vez? ¿Por qué no haces tal como hicieron cientos de tus antecesores pontífices? ¿Por qué no tienes los cojones de limpiar este mundo de los impíos? Cobarde! Tibio!

La mayoría de los terroristas son víctimas del lavado de cerebro de líderes religiosos parecidos a ti. Pero la gran diferencia es que mientras tú, en Roma, cagas en inodoros esculpidos por Bernini; la mayoría de esos terroristas representan a pueblos oprimidos que diariamente reciben bombas del cielo en vez de lluvia y oro como tú.

Benedicto. Ratzinger. No hables más mierda. Y métete tu ecumenismo por la sotana.

lunes, 7 de julio de 2008

Irreverentes ilustres contemporáneos: Matt Bellamy


Dicen las malas lenguas que Matt Bellamy, el genio musical indiscutible, capaz de llevar lo mejor de Sid Vicious, Rachmaninoff, Depeche Mode en su época industrial, Maria Callas y Buck Rogers en el siglo XXV, a un mismo escenario, líder de la ecléctica e incatalogable banda MUSE, un día escribió una canción de tintes irreverentes. Y para grabarla requería de un gran órgano de iglesia.

Así, Matt fue a una iglesia y el vicario insistió en que le mostrara la letra de la canción. (¿Qué creían, que las costumbres de los inquisidores censores se borraban rápido?) De haberlo hecho, Matt hubiera sido excomulgado ipso facto y rociado con agua bendita. Entonces, para evitar tal escenario, se le ocurrió una idea genial, y se sacó de la manga una letra falsa, utilizando un mensaje positivo y bonito. Bien “pro-establishment”. Al vicario le pareció muy bien la letra, y así le dieron el permiso para usar el órgano, y así se grabó Megalomania, el gran final de su segundo album Origin of Symmetry.

Megalomania es una canción que expone los pensamientos de un hombre que pasa una mala racha con su mujer. Y en el transcurso pone en cuestión la autoridad de la Iglesia, la religión, y el imperativo de que todos tenemos que tener hijos, o que ser padre es lo más maravilloso del mundo.

“El paraíso tiene un precio.” Y Matt contesta que no está dispuesto a pagarlo.

“¿Para qué fuimos construídos? Qué alguien me diga.”

¿Cuestiona Matt que el ser humano sea un tipo de máquina hecha para reproducirse y nada más que eso?

“La verdad es que ella no puede tener bebés… ¿Pero para qué son? Sólo crecerán y romperán las leyes que has amado.”

“Quítate tu disfraz!
Debajo de él estoy yo!”

¿Es un tipo de megalomanía el precio a pagar para aquellos quienes rechazan el Paraíso o niegan uno de los imperativos básicos de la especie?

Vaya joyitas pa reflexionar. Con la de mierda que suena en la radio estos días….

Versión original:
http://www.youtube.com/watch?v=-P2q6UQmRmo

Versión en vivo:
http://www.youtube.com/watch?v=4gRE-JL1V3g

Megalomania
by: Matt Bellamy (MUSE)

Paradise comes at a price
That I am not prepared to pay
What were we built for?
Could someone tell me please

The good news is she can't have babies
And won't accept gifts from me
What are they for?
They'll just grow up and break the laws you've loved

Take off your disguise
I know that underneath it's me
Who are you oooh

Useless device it won't suffice
I want a new game to play
When I am gone - it won't be long
Before I disturb you in the dark

And paradise comes at a price
That I am not prepared to pay
What were we built for?
Will someone tell me please

Take off your disguise
I know that underneath it's me

El ecuménico pasaporte al infierno

Repíte en voz alta:

ME - CAGO - EN – EL - ESPÍRITU - SANTO.

NIEGO – TODO - LO - RELACIONADO - A - LA – FUCKING - PALOMA

Ya?

Estimado lector, lamentamos informarle que usted acaba de ser condenado por la eternidad al fuego del Erebo sin posibilidad alguna de perdón.

Pues así dicen las Escrituras:

"El que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón nunca, antes bien será reo de pecado eterno" (Mc 3,29; Cf. Mt 12:32; Lc 12:10).

Más claro no canta un gallo.

Pero como era de esperarse, los católicos nunca se contentan con lo que claramente dice su texto sagrado. Y entonces lo retuercen aun más. (No sé si presuponen que el Escritor es un imbécil o sencillamente un autor mediocre incapaz de explicarse por sí mismo...) Según el Catecismo en el # 1864:

“No hay límites a la misericordia de Dios, pero quien se niega deliberadamente a acoger la misericordia de Dios, mediante el arrepentimiento, rechaza el perdón de sus pecados y la salvación ofrecida por el Espíritu Santo. Semejante endurecimiento puede conducir a la condenación final y a la perdición eterna.”

Holy shit, Batman! Negar la misericordia de Dios!!! How dare you!!!

Pero Juan Pablo II intenta aguarnos la fiesta. Para él no es un asunto de meras palabras: En Dominum et vivificantem 46-48, dice:

"Esta blasfemia no consiste en el hecho de ofender con palabras al Espíritu Santo; consiste, más bien, en el rechazo de aceptar la salvación que Dios ofrece al hombre por medio del Espíritu Santo."

Ahora, fíjense bien en lo que esto último implica. Olvidémonos de ateos cristianos o blasfemos. Si calculamos la cantidad de gente que no acepta la “salvación mediante el Espíritu Santo” tendríamos que pensar que, por ejemplo, el 95% de los chinos irá al infierno. Y los indios? Los negros animistas? Los judíos? Los musulmanes? Los shintoístas? Los taóistas? Los budistas?

Todos al infierno, coño! Bien merecido!

Aquí se encierra la farsa de Juan Pablo II. El supuesto Papa ecumenista, que se sentaba con personas de todas las religiones, no sé para qué; en realidad pensaba que todos ellos (a excepción quizá de los prostestantes) eran una panda de condenados al infierno sin remedio por no aceptar la salvación mediante el Espíritu Santo.

Ahora explíquenme, ¿cómo coño se puede conversar, cómo carajo se puede llegar a un pacto (de no sé qué), cuando, al menos, uno de los interlocutores asume que el otro es un condenado a la tortura eterna del infierno? O más bien, ¿para qué? Si ya no tienen remedio!!

Me imagino al Papa entrando a esos recintos llenos de líderes religiosos:

“Gente, les tiendo la mano. Vosotros sois todos unos condenados sin remedio. Pero vengo en son de Paz. Vengo a hacerme la paja mental de que comparto el amor con mi prójimo, y me tengo que sentar en la misma mesa de mi enemigo, aunque sepa que merecen el fuego eterno por ofender a la Paloma que me ungió, y en la cual se basa toda mi autoridad. Aunque sabemos que no habrá perdón para vosotros, no os preocupéis, no os olvidaremos. Y cuando todos halláis muerto, y Belcebú haga yogurt de vuestras tripas, oraremos por vuestra memoria, y recordaremos los ratos tan gratos que pasamos juntos. Me caen bien. De hecho, si mi Dios fuera un poco más humano, os perdonaría, y entonces podríamos sentarnos también en el Cielo a comer juntos. Jugaríamos al fútbol los domingos, los musulmanes nos prestarían algunas de sus 72 vírgenes, y nosotros les enviaríamos a ellos un coro de monjas carmelitas calenturientas... En fin…Pero por impíos, osea, por no ser católicos, y dado que no hemos hallado cura para la psicopatía celestial, lamento informaros que tenéis lo que os merecéis. Ahora, démonos todos la ecuménica Paz del Señor.”

Amén.

¿Por qué hay sectas dentro de la Iglesia católica?

Por muchos años me pregunté qué diferencia hay entre una secta y una religión. Hoy, creo estar seguro que todo es un asunto de “public image”. La percepción social es lo que te dice si tu fe es digna o si, por otro lado, perteneces a una comuna de locos. Así de sencillo.

Si hay una institución que ha invertido dinero (y sangre de millones de inocentes) en imagen, esa es la Iglesia católica. Empezando por su mismo nombre presuntuoso, “católica, apostólica Y romana”. Vaya medallón de nombre! ¿Se imagan, “Iglesia parcelera, evangélica y boricua”? Así hay muchas! Pero por eso no van a tener nunca algo como el Vaticano Inc.

A lo que iba. La Iglesia católica, se ha fajao (y nos ha jodido) lo suficiente para que hoy podamos decir que no es una secta. La pregunta que lanzo es: ¿hay sectas dentro de la Iglesia?

Todos conocemos casos de personas envueltas en ellas. Están los llamados “carismáticos”, que en sus reuniones amenas desean expresar los “dones del Espíritu Santo”, porque en las misas lo único que se expresa son los bostezos. Por todos lados están los sectáreos de apariciones marianas locales. También se encuentran los sectáreos ungidos por el sistema, como los del Opus Dei, y los neocatecúmenos (kikos). De hecho, el lugar de dónde la Iglesia católica recibe la mayor exposición pública (y dinero) es precisamente de estos fenómenos. (Los que hacen el trabajo de campo, el trabajo sucio.) Siempre sale en la prensa alguna notita donde Chencha, la gorda de la montaña, nos escribe el mensajito del mes de la “Virgencita” pidiendo que “visitemos a su Hijo en la eucaristía” (Osea, comerse la galleta inodora, y a cambio dejar el billete en la misa del domingo). O también leemos los comentarios homofóbicos de algún miembro del Opus Dei, que causan risa en la mayor parte de la población pensante. (Osea, acrecentar la percepción de que el mundo está muy mal, y generar en la gente el deseo de ir a misa para refugiarse del mundo impío colmado, lleno y repleto de maricas por todos lados!! Y de paso que dejen unos billetitos en la canasta…)

Es evidente que para el circo mediático, el trabajo sucio, y para los billetes, la Iglesia tiene a sus sectáreos internos. Pero, ¿por qué será que la Iglesia, que tanto se las da de seria y jerarquizada, acepta fenómenos que a veces parecen salirse de su control? ¿Por qué permite que individuos como el Padre Pío, que se teletransportaba y podía andar en dos sitios a la misma vez, le roben al Papa su protagonismo? ¿No es acaso el Papa el Vicario de Cristo? ¿No debería el ojo del feligrés dirigirse más a lo que el obispo de Roma hace que a lo que dice Eleuterio, el que vio a la Madre María en una algarroba?

En mi opinión, si estuviéramos en el siglo XVIII, la Iglesia ya habría mandado a asesinar a todos estos sectáreos de mierda. Lo que ocurre es que estamos en el siglo XXI, y la Iglesia no es ya lo que era antes. Hoy es débil y tibia. Se ve obligada a tolerar a los infieles, porque sin las ayudas económicas de los estados (mayormente laicos o aconfesionales), sin las exenciones contributivas, y las donaciones de entidades privadas, sencillamente no podrían operar, ni siquiera quitar la mugre y telarañas de los techos de los templos. La Iglesia católica antes controlaba al sistema. Hoy, la iglesia católica ha sido absorbida en el abismo del sistema. Ya no le dan fuete a los malos cristianos. Ya no predican. Ya no pelean con protestantes. Ya no cortan cabezas de musulmanes. Sencillamente se dedican a pedir dinero, y predicar el “mensaje positivo” del evangelio, como si se tratara de un librito más de auto-ayuda. (Aunque, vaya faena, considerando la cantidad de mierda negativa que abunda en la Biblia.)

Por esta razón, es que surgen movimientos de “avivamiento” dentro del seno de la Iglesia. Los que hoy llamamos “locos”, en realidad no son locos. Ellos sencillamente se dedican a vivir la doctrina tal cual. Tal como la misma Iglesia dice que debería ser vivida. Si un señor Opus Dei, se niega a que su hija se case con un ateo, no es porque ese hombre sea un fanático poco comprensivo. No, mi gente. Es porque está poniendo en práctica lo que la Santa Madre Iglesia dice que hay que hacer! Porque esa boda le podría costar el alma a su hija, e incluso a él, por ser un mal padre y permitirla. (Osea, el infierno.)

Si una doña de una secta mariana, reza el rosario tres veces al día y se olvida de guisarle el pollo debidamente a su marido y sus hijos, no es porque esté ensimismada o mal chingada. Es porque la misma Virgen María, aparecida en Fátima y Lourdes, dijo que había que rezar con cojones!! Porque el mundo está a punto de terminarse!!! Y esto es doctrina oficial de la Iglesia, no inventos de un parcelero.

Así que, cada vez que veamos una secta católica aparecer, recordemos que no son gente insensata, sino personas que hastiadas de la tibieza del sistema romano de su Iglesia, cogen al toro por los cuernos, e intentan vivir la fe como debe ser. No son fanáticos. Son los legítimos! Los auténticos!! Por eso, los obispos, cardenales, monseñores, y chingones en Roma, no pueden batallar contra ellos, e incluso llegan a canonizar a algunos de sus líderes carismáticos. Como dándoles la razón “Sí hijos, aquí en Roma somos una pila de viejos gordos aburridos y fríos…Calienten el kiosko por nosotros, que no podemos. Ah..y de paso envíennos un par de pesos, pa’ sacarle el moho al oro del altar mayor.”

Y así, mientras la Iglesia muere, se multiplican las sectas católicas, los santos, los beatos, las vírgenes, las comunas de locos...

Y los billetes.

martes, 1 de julio de 2008

Religión a la carta

Hace unos meses me invitaron a un bautizo. La verdad que un bautizo es la cosa más aburrida que se pueda presenciar. Al menos en las bodas ponen musiquita que te conmueve y te saca una lagrimita. Pero en el bautizo solo hay un manoseo de bebés, que si lo agarra la madre, que si lo agarra la madrina, no se sabe quién coño lo agarra, luego cagan al bebé de miedo echándole aguas mágicas que entiendo “quitan el pecado” que cometió no se quién coño…En fin, ese no es el tema…El asunto es que luego preguntando por ahí, me di cuenta que los padres y padrinos de ese bebé, no es que fueran típicos católicos no –practicantes; sino que ni siquiera creían ni tenían puta idea de lo que era un sacramento, el pecado original, e incluso me dijeron que no creían en tales cosas. Y lo peor de todo: que bautizaban al niño por complacer a los abuelos!!

Indagando más en el asunto, descubrí que los padres de ese bebé incluso se habían casado por la Iglesia por la misma razón. Que los cuatro viejos, los cuatro futuros abuelos, estuvieran super contentísimos. Yo, la verdad, no entiendo qué carajo tiene que ver la felicidad de un viejo con que te cases por la fucking Iglesia. Si fuera así el mundo estaría lleno de suegras felices. Y me consta que eso no es así.

Total, que yo, comencé a hacer preguntas a esos padres, y les cuestioné que cómo era posible que ellos formaran parte de un acto que para la Iglesia es tan solemne, cuando ellos no creían en eso. Que bautizaran a un niño cuando creen que no existe ni el diablo ni el pecado original, etc. Y fue entonces que recibí la respuesta que se repite una y otra vez por doquier: “Nosotros tomamos lo que nos parece bien, y lo que no, lo descartamos. Lo útil se coge, y lo demás se ignora.”

Lo útil…Lo UTIL! Que joya del pragmatismo contemporáneo! Oh William James!! Oh John Dewey!!!

Pero me pregunto, ¿qué carajo es lo que les parece “bien” de un bautizo?! ¿Dónde está la utilidad espiritual? ¿En qué parte? ¿En el exorcismo? ¿El aguita sobre el bebé? ¿O no será más bien, el tener una oportunidad de verle la cara a un antiguo novio, y decirle en la cara “mira el hijo tan guapo que TU no me diste, so cabrón”? O talvez, se trata de ver a las primas que hace siglos no ves….O el poder pisar una iglesia, y curarnos un poco ese remordimiento de que no pisamos suelo sagrado nunca, y presumir ante los demás: “Uy, miren qué bien comienzo con la educación cristiana de mi hijo! Aun no sabe hablar, y ya está hecho todo un católico militante!! Mírenlo qué mono con su medallita de San Crispín!”

¿No será que lo que les parece “bien” del bautizo es realmente su utilidad social y psicológica en vez de espiritual?

Pues bien, ante ese panorama de que “Tomamos lo que nos parece bien”, no pude más que recordar cuando llego a un restaurant y el mesero me da el menú, y voy escogiendo elementos de la carta. “Hmm este me parece bien…hmmm, este no…quiero este, quiero esto, quiero aquello….” Mientras tengo el dinero, eres el emperador, el todo poderoso. Pide, que hay!

¿Pero acaso una doctrina religiosa puede ser igual que un menú, que un pedido a la carta?

¿Quién es el verdadero todo poderoso? ¿El comensal, o el cocinero?

“Por favor, señor camarero, ehhh, tráigame un poquito de Santísima Trinidad, un poquito de milagros, bodas (que no me salgan muy caras…), y un poquito de amor al prójimo, lo justito….errr…lo del diablo, los malévolos condones, el infierno e ir a misa los domingos, mejor no me lo traiga…”

De pequeño me enseñaron que el pilar de la doctrina era la fe, no la utilidad. La doctrina sobrevive tal cual es, gracias a personas que CREEN que esa doctrina es verdadera. Importa un carajo si es útil, si sirve o no para algo. En el momento en que una doctrina pende de intereses prácticos personales, la doctrina se va a la mierda! Por eso, sin llegar tampoco al extremo fundamentalista, los religiosos tienen que elegir entre creer o no creer. No hay medias tintas. Yo no puedo decir, creo en X punto, pero no creo en Y. ¿Por qué no? Porque eso pondría en jaque la esencia misma del concepto de fe, y en entredicho la idea de que esa doctrina sea verdaderamente una revelación divina.

¿Cómo es posible que yo descarte elementos de una doctrina, cuando parto del hecho de que ésta ha sido revelada por Dios? ¿Quién se atrevería a decirle a Dios cara a cara, “esto me gusta, pero esto no”? Y es que se nos olvida que en un restaurant el que hace el menú, no es el que come, sino el chef.

El cinismo de querer hacer una religión a la carta, forma parte de la sociedad hastiada de religión en la que vivimos. Una sociedad donde la idea de Dios es irrelevante, pero por su superficialidad se resiste a mandar a la mierda el saco de tradiciones y formalismos que conlleva ese pensamiento mágico-religioso. Por eso, con la excusa de complacer a los fucking abuelos y suegros, la gente no hace más que mantener alimentada a la maldita bestia del irraciocinio que se resiste a morir.

Gente, a los supuestos “católicos” que me leen, les recuerdo que decir que se pueden escoger sólo los elementos que entendemos como “prácticos” o “útiles” de la doctrina, es sinónimo de cagarse en la misma doctrina. De reirse de ella. Es poner en duda su fundamento como “verdad” y “revelación”. Si piensas que el diablo, el pecado original, y los sacramentos eternos, son mentiras creadas por los humanos, ¿entonces qué te da la seguridad de que el resto de la sopa doctrinal no lo sea también? O crees o no crees! No seas hipócrita. Al carajo los abuelos y el párroco de la esquina. Acepta que sólo sigues fórmulas que te enseñaron de niño, cuando aun no tenias capacidad de razonar. Pero, ya no eres un niño, ya puedes razonar!! Entonces, si piensas que la religión que te enseñaron está repleta de mierda, te invito a que la escupas de tus entrañas. Sácala de ti!! Cágate en la fucking estampa de los obispos y la paloma del Espíritu Santo y el cuerno del diablo. Y ten los cojones de ser una persona pensante y capaz de DUDAR.

No nos creamos que la Iglesia no conoce el fenómeno de religión a la carta. La Iglesia bien sabe que el 90% de la gente vive “sin Dios” y sólo va a los templos para ceremonias sociales y enseñar el trajecito y presumir las prendas. Pero la Iglesia, moribunda, debe aceptar esta condición. Primero, porque gracias a esas ceremonias entran muchos billetes a sus arcas, y segundo, porque si se le explicara claramente a los feligreses que es necesario creer en TODO lo que predican, la gente, los pocos que aun van los domingos, saldrían corriendo. Por eso, hoy, entran a misa mujeres con escotes que casi se le salen las tetas (a algunas de facto se les salen), y minifaldas que revelan su celulitis, y pantalones a media cadera que revelan los aros del tanga.(Mmmm tan sebxy!) Por eso la nueva generación de curas ya no le dice los jóvenes que las pajas los llevarán al infierno. Por eso dicen ahora que no importan tanto las "formas", sino las intenciones. blah blah blah

No se engañen. Esa “tolerancia” con los tibios, que hoy distingue a la Iglesia, no crean que forma parte de algún cambio oficial de su doctrina. En el núcleo siguen pensando igual que hace 400 años. (En fin, la verdad doctrinal se supone que es "eterna", no?) Y si la Iglesia de hoy, tuviera el poder que hace 200 años, a muchos, como yo, nos estarían quemando vivos en hogueras. La tolerancia con los católicos tibios, la aceptación de los católicos “no-practicantes”, que más bien deberían llamarse “fieles infieles”, es una desesperada estrategia de supervivencia, una táctica que utiliza el monstruo herido para no morir mediante transfusiones al Banco Vaticano. Pura conveniencia histórica. Pero sin duda, adentro, muchos gustarían de excomulgarnos a todos!!! (Uy qué miedo!)

Pero ya es demasiado tarde. La espada de la razón hace mucho ya que rajó a la Gran Bestia de la Mentira, y desenmascaró al cristianismo como la mayor farsa de Occidente. El catolicismo sólo sobrevive mediante rituales muertos, practicados mayormente por supuestos “pragmáticos” dispuestos a revivirla pidiendo dogmas a la carta.

Tú, amigo (a) que me lees, ¿eres uno de ellos?