domingo, 14 de octubre de 2007

La infiltración biotecnológica

Al principio algunos pensaron que el sentido común impediría que alguien pudiera patentar a un ser vivo en Estados Unidos. Pero con el tiempo, las presiones de las multinacionales que invertían sus millones en bioingeniería fueron lo suficientemente fuertes como para hacer que jueces le dieran la razón a ellos. Ahora, si alguien crea un nuevo tipo de bacteria en su laboratorio, entonces es su propiedad intelectual. Si alguien crea un nuevo tipo de maíz, igualmente será suyo. No solo eso, ahora también se puede patentar el genoma de cualquier especie, incluyendo la nuestra. De modo que hoy día, algún geneticista o empresa puede ser dueño de nuestro mapa genético, sin habernos pedido permiso.

Hasta este grado de absurdo ha llegado el capitalismo salvaje americano.

Si hay una multinacional que se caracteriza por sus fechorías siniestras, esa es la empresa agrícola y biotécnológica Monsanto. Ésta es responsable de crear hormonas de crecimiento para las ubres de vaca que producen leche que terminamos bebiendo; leche con contenidos carcinógeos. El uso de esta hormona transgénica está prohibido en la Unión Europea y muchos más países, sin embargo en EEUU ha logrado asentarse, a pesar de los daños que le causa a los animales (ubres descomunalmente grandes que impiden que las vacas siquiera puedan caminar) y el cáncer en seres humanos.

Otra aberración de Monsanto fue conseguir la patente para una variedad transgénica de maíz. El maíz, como toda semilla, se dispersa. En algunos casos la variedad de Monsanto ha cotaminado plantaciones de agricultores independientes. Monsanto ha llevado a los tribunales a esos agricultores diciéndo que cultivan un maíz patentado. Los agricultores se defienden diciendo que ellos no fueron responsables de que esas semillas llegaran a sus plantaciones. ¿Y saben lo que dictaminaron los tribunales? Que todo el maíz de variedad Monsanto le pertenece a Monsanto aunque esté en terrenos que no son suyos. De modo que o los agricultores le pagan a Monsanto, o tienen que quemar los MILLONES de granos. Esto ya ha sucedido. Así que si creíamos que las frutas y los vegetales eran un patrimonio de todos; ahora en EEUU se nos dice que no, por cojones que no. ¿Qué sucedería si un buen día todos los vegetales fueran patentados?

Monsanto le facilita la vida a esos agricultores que se quejan, pues les vende un herbicida que se llama Roundup, que cuando se aplica a los cultivos de maíz mata a todas las variedades excepto a la de Monsanto. Así vemos como una multinacional no sólo se encarga de crear una variedad nueva de vegetal, sino que se encarga de destruir todas aquellas distintas a la suya. De modo que al final TODO el vegetal de ese tipo que quede en el mundo sea "poseído intelectualmente" por ellos.

Una vez vi un programa de Penn & Teller donde se burlaban de los que criticaban la ingeniería genética en los alimentos. Yo me lo creí, pero ahora comprendo mejor las preocupaciones de Greenpeace y no me da tanta risa. El problema que representa la ingeniería genética es que antes se creía que cada propiedad física de un ser vivo era determinada por un gen específico. Ahora la ciencia ha descubierto que un solo gen puede determinar varias características físicas. De modo que, por ejemplo, si yo altero el gen del maíz para que sea más resistente a un herbicida, ese mismo gen también puede manifestar otros cambios físicos o químicos imprevisibles. Y esto quizá explica por qué gran parte del maíz transgénico no es digerible. Cada vez que comas maíz, cuando vayas a cagarlo, mira al inodoro, y no te sorprendas si vez granos enteros de maíz flotando entre tu mierda.

Pero en una cagada no queda todo. También se ha probado que ciertas frutas alteradas pueden matar a insectos (incluyendo mariposas inofensivas) que llevan miles de años comiéndolas. Es decir, ya no sólo se usa el herbicida para controlar las pestes, sino la genética misma. Pero ahora imaginemos qué ocurre con esa toxicidad una vez nos comemos la fruta. ¿Alguien oye la palabra "cancer"...? Los alimentos transgénicos, como la soya, también han mostrado crear alergias en personas que no tenían anteriormente ninguna.

Vamos, pregúntate: ¿Dejarías tu alimentación en manos del creador del agente naranja?

Penn & Teller decían que los de Greenpeace eran unos caradura, ya que los alimentos transgénicos podían alimentar a millones de personas muertas de hambre. El maíz transgénico crece rápido y mejor, así que puede alimentar a toda esa gente sin comida, dicen. (Lo que no dicen es que el maíz lo cagas entero.) Pero esto es sólo una propaganda falsa que las multinacionales han inventado para venderse. La realidad es que el hambre no se debe a una escasez de alimento. El hambre se debe a que los gobiernos de los países tercer mundistas, especialmente los de África, son corruptos, y que la mayor parte de la riqueza de esos países está dirigida a pagar la deuda con el Banco Mundial y el Fondo Monterario Internacional. Ahí está el problema.

La comida sobra, lo que no hay es ganas de acabar con la pobreza. Y no la hay porque la pobreza extrema del tercer mundo provee el equilibrio necesario para que el primer mundo pueda vivir como vive. Para que yo pueda comer aquí lo que como, mis camarones al ajillo, tener mi aire acondicionado en los veranos, conducir un carro cuando me de la gana, etc, deben haber miles de personas viviendo en la mierda equilibrando mi consumo. Los pobres deben quedarse pobres para seguir siendo explotables. Un país donde no hay comida, es un país fácil de someter, fácil para robarle sus recursos naturales, café, trigo, su comida, su oro, diamantes, o lo que sea. Pero cuando se trata de ayudarlos a vivir mejor, miramos todos para otro lado. Porque sabemos que si ellos vivieran como nosotros, se nos fundiría el mundo azucarado en que vivimos.

jueves, 11 de octubre de 2007

Sangre, sudor y videojuegos

Durante años se ha estado debatiendo sobre el efecto que pueden tener ciertos videojuegos en la conducta de los jugadores. Quizá la mayor controversia estalló después que se supiera que los dos adolescentes que llevaron a cabo la masacre en la high school de Columbine, Colorado, habían estado bien inmersos en juegos de disparar en "primera persona". Desde entonces los tiroteos dentro de escuelas y universidades americanas han aumentado, al igual que la cantidad y la afición por estos juegos. Esto no quiere decir que los videojuegos sean directamente responsables de que unos adolescentes desajustados cometan estas barbaridades, pero según el documental Blood, Sweat, and Code, poco a poco los científicos parecen estar estableciendo una relación entre ambas cosas.

Este documental explora la violencia en los videojuegos. Quizá lo más interesante es el caso de un científico que se dedicó a estudiar la actividad cerebral de personas mientras jugaban, con la idea (hipótesis) de probar que no eran más que simples juegos; actividades lúdicas inofensivas. Sin embargo, para su sorpresa, el científico descubrió algo muy preocupante. El nivel de realismo en los juegos es tal, que equivale a una simulación donde el jugador se transporta a ese mundo virtual y sufre una actividad cerebral parecida a aquella que estaría experimentando en un campo de batalla. Stress, angustia, y desarrollo de puntería.

Hace unos años un chiquillo loco americano, adicto a juegos de tiro en primera persona, consiguió una pistola, entró a la escuela, disparó ocho veces, matando justo 8 personas. Lo más increible de todo fue la precisión con que lo hizo. Todas sus víctimas murieron de un certero tiro en la cabeza. Este chico no tenía experiencia real con armas (sólo había practicado una vez). Aunque nada es concluyente, todo parece indicar que los videojuegos le ayudaron a desarrollar de cierta manera esa puntería.

Lo más desagradable de todo el documental es cuando nos presentan al ejército de los EEUU financiando videojuegos bélicos con el fin de reclutar jóvenes. Durante los últimos años el nivel de reclutas ha decendido, y el ejército está desesperado porque no cuentan con la carne de cañón necesaria. Por eso están desarrollando juegos super entretenidos, donde tenemos que viajar al Medio Oriente a cazar terroristas árabes. Sí, en esos juegos todos los malos son árabes, además fáciles de matar. Es increíble escuchar de la boca de un oficial del ejército que "Los videojuegos son el modo más eficaz de hacerle a una persona perder el miedo a la hora de matar a alguien." Y es que en estos juegos la vida no vale nada. En un minuto puedes matar 200 personas, incluso transeuntes por mero placer. ¿Qué puede significar la vida para la maquinaria armamentista detrás del ejército americano? ¿En qué pensarán los empleados mientras construyen esas bombas gigantezcas, o las ametralladoras? Es claro que la única manera en que se puede producir ese tipo de objetos manteniéndo la conciencia más o menos tranquila, es después de haberte narcotizado tragándote una ficción. Sí, como esas que al loco Bush le gusta crear, diciendo que Saddam era una amenaza real para EEUU, encendiendo un nacionalismo patriótico en base a mentiras y más mentiras.

Los niños árabes también se divierten con estos juegos, a pesar de que los americanos salen glorificados tras haber "capturado" a Bin Laden. Pero ahora los árabes adultos preocupados por esto, están creando juegos super realistas donde la misión, por ejemplo, es matar a oficiales de la policía israelí, y "salvar" a Palestina. En un momento del documental, sale el creador de uno de estos juegos, y dice "Siento una enorme satisfacción cuando veo el brillo en los ojos de esos niños descargar su ira y sentir que hacen algo por Palestina." Verdaderamente conmovedor...

Bueno aquí les dejo un link con el documental con la traducción en español castizo manchego. No sé cuánto durará, así que aprovechen.

Primera Parte:

http://tu.tv/videos/sangre-sudor-y-videojuegos-1-de-2

Segunda Parte:

http://tu.tv/videos/sangre-sudor-y-videojuegos-2-de-2

miércoles, 10 de octubre de 2007

Nuestra soledad cósmica

Los ateos muchas veces nos preguntamos por qué a tantos millones de personas les hace falta creer en Dios. La mayoría de los ateos hemos sido creyentes en algún momento de nuestras vidas. Por eso, cuando desde el ateísmo miramos atrás y vemos tanta gente con sus rituales automatizados, no entendemos cómo es posible que no se den cuenta del gran fraude que son las religiones.

Hace poco vi una entrevista entre Jonathan Miller y el filósofo Collin McGinn, ambos ateos. Se plantearon la pregunta ¿Por qué la gente cree en Dios? Y surgió un concepto muy interesante: cosmic loneliness, que significa soledad cósmica, o la soledad que siente el ser humano dentro del cosmos. Se nos hace difícil entender que estamos solos, y que a nadie "allá afuera" le importa.

McGinn explica que la conciencia humana está en esencia sellada y separada de otras conciencias. Y deseamos entrar en contacto con ellas. Pero la única manera que tenemos para conocernos los unos a lo otros es indirectamente, mediante los "síntomas" del cuerpo.

El ser humano lucha contra su esencia solitaria. El amor, el arte, la literatura, son modos de establecer contacto. Pero quizá el antídoto más eficaz contra la soledad sea Dios. Sólo pensamos en él, y ya entramos en contacto con alguien. Dios nos conoce íntimamente en la mente. Esto, según McGinn, satisface la sed de comunión con algo más allá del ser.

Qué bonito suena todo esto. Estamos sólos, pero en nuestra interioridad nos topamos con Dios, nuestro amigo fiel. Si hasta ahí llegara todo, yo no tendría nada contra la religión. Dios, un ser imaginario, un tipo de Pepe Grillo que está ahí para acompañarnos. Pero no, la religión, desgraciadamente, comienza en el momento en que una persona quiere establecer que su Dios también debe ser el mismo de los demás. Pepe Grillo debe colectivizarse. Y si no te sometes, mueres o cualquier otra variación manipuladora (no serás salvo, irás al infierno, te quemarán vivo, etc.).

Esta es la gran tragedia religiosa. Y también la ironía, pues lo que se supone que une a los pueblos, a la larga no crea más que divisiones y odios.

¡Hay que ver hasta dónde un amigo imaginario puede llegar!

Los ateos, prescindimos de todo esto. Creemos que el significado de nuestra vida debe hallarse en la vida misma, y no fuera de ella. Cada persona debe encontrar sentido a su propia vida. Y nadie debe imponerle ese sentido a nadie, pues cada ser humano es único y posee diferentes necesidades. A los ateos nos rejode la religión, pero también debemos comprender de dónde surge la necesidad de ella.

El ateo, como todo ser humano, debe luchar también día a día con esa soledad cósmica que nos oprime. Pero se diferencia de los creyentes, en que no proyecta el sentido de su existencia en un ser imaginario que le han impuesto por tradición. El ateo no posterga la felicidad para un "más allá" o un "reino" futuro. El ateo debe actuar en el ahora. Su reto es luchar por demostrar a los demás y a sí mismo que esta vida finita vale la pena ser vivida porque es suya, y es lo único que con seguridad tiene.

lunes, 1 de octubre de 2007

De cara a un eco-psicópata

Muchas veces hablamos de los grandes empresarios capitalistas como si se tratase de seres anónimos, mistificados bajo un aura malévola de poder. Pensemos en los dueños de multinacionales explotadoras como Starbucks o Walmart, y vemos a estos seres de capa negra, con cuernitos, sentados a la mesa de su congregación iluminatti, maquinando cómo hacerse con nuestros destinos y plantarnos su 666 personal, que no es otra cosa que el logo de su marca (trademark). Hacernos consumidores de por vida es su meta.

Bueno pues esto no es así. Los dueños de esas grandes compañías son gente como cualquier otra. Muchas veces no tienen ni puta idea de las barbaridades que sus goliats globalizados llevan a cabo en alta mar. Mmm... quizá desean mejor no saberlo. En fin, que hace unos días me topé con uno de estos sinvergüenzas, un explotador de madera, que se dedica a talar cuanto bosque encuentra. Y lo peor de todo es que el hijo de puta resultó ser un bonachón con sonrisa de par en par. Fue mi primer encuentro con alguien del otro lao, del lado de los rudos; mi primer meeting con un canalla de carrera.

Ustedes se preguntarán qué carajo hacía yo condeándome con gente de esa calaña. Pues todo se debe a que un amigo trabaja en el almacén-aserradero gigantezco donde la compañía del maderero cabrón guarda toda la materia prima después de traerla por barco desde diferentes puntos del planeta. Mi amigo quería mostrarme aquello, y tengo que decir que valió la pena verlo. Imagínense un almacén del tamaño de un campo de futbol, con una altura de unos 30 pies, repleto de cientos de bloques de madera de miles de variedades. No voy a mencionar para qué era tanta madera. Basta decir que todo era para un mercado especializado, así que a veces un bloquecito de madera podía costar 100 dólares. Lo que más me impresionó fue ver árboles enteros de un diámetro de como 12 pies, tumbados allí en el almacén secándose. Me puse a pensar cuántos años le habría tomado a esos árboles llegar a ese tamaño, y cuánto le había tomado a dos cabrones aserrarlo y mandarlo al suelo. Después de más de una hora recorriendo aquella fábrica, comencé a preguntarle a mi amigo sobre la política de la empresa. Mi primera pregunta fue quizá la más ingenua de todas: “¿El dueño promueve la reforestación?”

El pana mío se me rió en la cara. Y entonces comenzó a darme el perfil de su jefe. Y bueno ya todos sabemos lo que hacen los mega-capitalistas hijos de puta, a parte de comprar mansiones y contar billetes. Eso ya lo sabemos bien. Lo que quiero compartir con ustedes son los datos folclóricos que llevan a este hijo a puta a resaltar entre muchos de su especie Homo vampirum. Para empezar, el individuo va a los países tercer mundistas, y abre aserraderos por todo el mundo. Le paga una miseria a unos cuantos muertos de hambre para que le seleccionen los árboles y los corten, etc, y extorsiona a las autoridades locales con unos pocos billetes, de moda que las leyes que protegen el medioambiente quedan anuladas ipso facto. No crean que se necesita mucho dinero para extorsionar a esta gente, porque en un pueblo donde, a estas alturas del siglo XXI, la gente se mata a machetazos porque unos son “más negros” que otros, sólo hacen falta 5 pesos para comprar al alcalde y a media familia, y de paso hasta te regalan a la primita gorda que nadie quiere. Y oigan, que esto no me lo estoy inventando.

Otra característica por la cual se distingue este —permítanme la palabra— eco-psicópata es su alta cultura y erudición. Una de sus actividades más cotidianas es ponerse al día sobre qué especies de árboles están al borde del peligro de extinción. Cuando una especie entra en esa lista, las leyes internacionales la convierten en especie protegida, de modo que es casi imposible talar esos árboles y sacarlos de un país y llevarlos a otro sin que te descubran. Así, lo que el canalla hace es averiguar qué especies están a punto de entrar en la lista protegida, e intentar cortar rápidamente todo lo que pueda de esa especie, de modo que cuando se active la ley de protección el tenga en el almacén cientos de toneladas frescas de madera la madera en cuestión cotizándose a precios mil veces más altos que antes. El tipo intenta ignorar el hecho de que quienes precisamente llevan esas especies al borde de la desaparición son cabrones como él.

Pero ahí no queda todo. Ahora viene el plato fuerte. El dueño de esta maderera está bien conectado en todo el mundo. Es más, tiene a su alcance la información actualizada sobre las especies que están a punto de extinguirse. Lo sabe mejor que nadie. ¿Saben por qué? Porque este hijo de Dios también es miembro de... Greenpeace! Chúpense esa en lo que les mando la otra.

Mi amigo dice que el viejo se metió en Greenpeace para lavar su conciencia. Pero yo lo veo todo más maquiavélicamente. El cabrón está infiltrao en Greenpeace para conveniencia suya. Si una persona quiere saber cuál es el estado de peligro de la especies, Greenpeace es la organización donde debe estar. Lo trágico es saber que, en este caso, el diablo anda en casa.

Cuando terminé el tour con mi amigo, me llevó a las oficinas, y finalmente, de casualidad, me encontré cara a cara con el susodicho, el canalla de la sonrisa eterna. El tipo me saludó afectuosamente, y me preguntó si me había gustado lo que había visto.

“Sí claro, tantos árboles hermosos”, le dije.

“¿Verdad que el aroma es impresionante?”, me preguntó todo orgulloso.

“Ufff definitivamente, un aroma única...”, contesté.

“Aroma único a árboles muertos, cabronazo”, fue lo que realmente pensé. Luego nos llevó a una sala con hermosas fotografías de árboles extintos, nos invitó a un café, y nos contó anécdotas que para él eran superficialidades, sin embargo a mí me ayudaban a dibujar mejor en mi cabeza el perfil de un gran hijo de la gran puta.

Luego me fui a mi casa, me senté a escribir este artículo, y me avergoncé, pues aquel viejo iluminatti de capa negra y colmillos satánicos, había resultado ser un osito de peluche que puso patas arribas todos mis esquemas. El tipo parecía no tener ningún problema para conciliar el sueño. Y lo peor de todo era que hasta bien me había caído.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

El “error” de Irak

Estoy hasta las bolas de los periodistas y parlanchines televisivos que se pasan la vida criticando la política exterior de Bush, insinuando que el ilustre presidente ha cometido “errores graves” al meter a la nación americana en un “nuevo Vietnam”. El asunto donde más les gusta regodearse es en la supuesta “falta de planificación” para encargarse de Irak tras la caída de Saddam.

No gente. Bush no ha cometido errores. Dios, en su infinita gloria, jamás permitiría que su elegido metiera la pata de una manera tan atroz como dicen quienes lo critican. Es más, me parece una falta de respeto criticar a Bush, sabiendo que fue puesto ahí por el mero Cosmocreador. En fin, que si alguien tiene algo en contra de Bush, entonces que se atreva mejor a ir al grano y criticar a quien lo puso en el poder, o sea a Dios.

La falta de planificación en Irak fue precisamente debido a que no hacía falta planificación alguna en ese sentido. El único plan que hizo falta fue fabricar una excusa para poder invadir a un país, saquearlo, provocar una guerra civil entre los árabes locos que viven en él, y llenarle los bolsillos a una infinidad de corporaciones subcontratadas relacionadas estrechamente al partido republicano, entre ellas Halliburton y la maquinaria industrial americana productora de bombas y cohetes-mata-infieles.

Total, que las armas de destrucción masiva terminaron apareciendo. Le cayeron a los iraquíes desde el cielo.

¿Que no hubo plan para Irak? Ohhh sí, sí que lo hubo.

Y que sea el Señor bendecido en su infinita gloria!

Senador de Nebraska demanda a Dios por actos terroristas

Al senador Ernie Chambers parece que no le agradan mucho las reuniones mañaneras en el Capitolio para invocar al Todo Poderoso. Si como dicen los teístas, nada ocurre bajo el cielo que no sea permitido por la voluntad de Dios, entonces es lógico concluir que todas las calamidades, incluyendo los actos terroristas ocurren en última instancia porque concuerdan con la voluntad de Dios.

Bush lleva casi 8 años intentando mezclar Estado y religión. El comentario mas relevante fue que Dios le había dicho que invadiera a Irak porque era parte del "eje del Mal". Si Dios ordenó la guerra de Irak, entonces debe pagar por su crimen. Ahora quiero ver cómo los republicanos intentarán restarle importancia a la demanda de Chambers, alegando que hay separación de Iglesia y Estado.

No sé qué pretende Chambers. No sé hasta dónde quiere llegar. Quizá su meta sea probar que en Estados Unidos se ha llegado ya al absurdo donde cualquiera puede demandar a cualquiera por cualquier razón. Si ya podemos demandar a las compañías (corporations) como si se tratara de ciudadanos o personas, entonces ¿por qué no podemos demandar a los dioses? Será interesante ver, si el caso prospera en lo civil o lo penal. Si Dios saliera culpable, ¿quién tendría que pagar daños y perjuicios? ¿Vaticano Inc.? ¿Los supermercados evangélico-pentecostales? ¿Quién tendría que ir a la cárcel? ¿El Papa? ¿El cura de la parroquia local?

¡Aplausos a Ernie Chambers por llevar el asunto a su conclusión lógica! Demandar a Dios por psicópata, y poner a parir a todas las ratas que se lucran predicando al dichoso fantasma.

martes, 18 de septiembre de 2007

América: La epidemia de los chichos

Toda la vida he sido un flaco injillío. Y encima acomplejao. Siempre odié ser flaco. No importa cuánta comida, dulces, chocolates o pan tragara, mi peso no cambiaba mucho. Y cuando ganaba algo de peso era todo en la barriga. Y a la primera cagada que daba lo perdía todo. No podía siquiera llenar mi barriga de grasa, sino de pura mierda comprimida. Se puede decir que siempre fui flaco, salvo en una ocasión: cuando fui a Estados Unidos.

Para las navidades de 1997, estaba yo todo contento porque iba a visitar a una ciberjevita que tenía en Florida. Y ese mes que pasé con ella allí aumenté alrededor de 20 libras. Sé que suena increíble pero las fotos están ahí de evidencia. No era sólo de felicidad que aumentaba, y de las galletitas de macadamia que me hacía la suegra, sino que el 90% de lo que comíamos era fast food. Y cuando comíamos en su casa, lo que había eran pizzas o burritos congelados. La única ensaldada que consumíamos era la que estaba entre los panes de los Big Macs y los “siete pisos” de Taco Bell.

La gordura no es motivo de relajo. En EEUU se está convirtiendo en la mayor epidemia de todas. La revista Time de esta semana (sept 10, 2007, p. 10) acaba de publicar los resultados de un estudio (Trust of America’s Health) que se hizo en los 50 estados de la nación. Los resultados son alarmantes. Escúchenlo bien: Dos tercios de los americanos adultos están sobrepeso u obesos. Y presten atención: en 32 estados el 60% de la población (incluyendo adultos y niños) están sobrepeso u obesos. El año pasado los niveles de gordura subieron en 32 estados, y no descendieron en ninguno!

Los puertorriqueños debemos echarle ojo a estas estadísticas porque nuestro modelo social a imitar es exclusivamente el modelo gringo. A los boricuas nos encanta pensar que en el planeta sólo existe PR y EEUU, y que no hay alternativas al McDonald’s y el Taco Bell. Los americanos nos han enseñado a adoptar la cultura del carro. Si la farmacia está a la vuelta de la esquina, hay que coger el carro. Si hay que ir al colmado a comprar leche: el carro. Si te faltan cigarrillos: el carro. En fin, que la gente no camina ni medio kilómetro al día. No gasta energía. Y así suben alrededor de tu pansa los chichos, las lonjas, las lorzas, las llantas, las gomas Goodyear, o como le llames en tu país.

Encima las ciudades son construidas al estilo americano, con los suburbios por un lado y los centros comerciales por otro lado, de modo que te obligan a coger el carro para todo; un ejemplo perfecto de mala planificación urbana. En este punto deberíamos aprender de los europeos. Pero no, que va! Para los boricuas Europa ni existe! Lo único que sabemos es que en ese continente una vez hubo una madre patria llamada España, y que los gringos tuvieron que ir allí a bajarle los pantalones a un tal Hitler.

La mayoría de los puertorriqueños quieren formar parte de EEUU, y sin darse cuenta van convirtiéndose en copia de la nación de los gordos. Y hey, esto no ha sido una mutación genética. Nuestros genes son los mismos que hace 100 años. Nuestra gordura colectiva se la debemos al estilo de vida americano, eso de lo que nos vanagloriamos tanto. Antes comíamos serenata de bacalao y ahora Filet-O-Fish. Antes comíamos panapén con aceite de oliva, y ahora una buena bolsa de papitas Lays todos los días en el almuerzo. A los mexicanos les está ocurriendo algo parecido. Después de los 30 años comienzan su tranformación en barriles de tocino.

Cuando regresé a Puerto Rico de aquellas vacaciones navideñas en gringolandia, mi familia no me reconoció en el aeropuerto de lo barraco que llegué. Mi papada se llenó al grado que mi barbilla desapareció. Mi barriga se infló tanto que subí como 3 tallas de pantalón. Me salieron unas tetas que cuando me sentaba a cagar me tocaban las rodillas. Pero esta vez no me podía deshacer de la pansa a base de cagadas. Era una pansa de averduras, the real thing! En fin, que la gente se preguntaba “¿Quién carajo ese gordo que va por ahí?” Y el gordo era yo, coño.

A las dos semanas rebajé las 20 libras (créanlo o no), y volví a ser el mismo flaco injillío de siempre. Pero durante ese tiempito pude experimentar lo que era ser gordo. Me asfixiaba subiendo escaleras. No podía jugar con mi perrita por el piso. Me dolía la espalda. Y sobretodo: no había manera de esconder aquellas tetas. Total, que aquello fue un infierno. Y me dije, a esos lares no vuelvo más.

Y así fue.

sábado, 15 de septiembre de 2007

The Corporation - un documental irreverente que tienes que ver

¿Quieres conocer a los dueños del mundo?

¿Quieres saber cómo piensan los capitalistas multimillonarios?

¿Quieres saber cómo esos hijos de puta lavan su conciencia y logran conciliar el sueño?

¿Quieres saber por qué Bush ganó dos veces la presidencia?

¿Quieres saber por qué y cómo se celebró en Wall Street la invasión de Irak?

¿Quieres saber el significado de la palabra "accionista" y su repercusión en tu vida?

¿Quieres saber cómo las cadenas de noticias filtran y manipulan la información?

¿Quieres saber cómo las farmacéuticas han patentado tu ADN?

¿Quieres saber qué vales dentro del sistema?

Tienes que ver The Corporation. Uno de los documentales más completos sobre el funcionamiento del corrompido sistema capitalista moderno en todas sus facetas. Incluye aportaciones de Noam Chomsky, Michael Moore, y la opinión de muchos CEOs de multinacionales que nos dejan boquiabiertos.

Lo mejor de todo: ES GRATIS. Lo peor: casi nadie lo conoce.

Puedes descargarlo en www.thecorporation.com

Los subtitulos en español estan aqui:

http://www.opensubtitles.org/es/download/sub/3132441 (no lo he verificado)

España se desertiza...

...mientras EEUU y Japón sabotean intentos para alcanzar un presupuesto para detener el problema.

Madrid. La cumbre de la ONU para prevenir la desertización resulta un fracaso.

Leer:

http://afp.google.com/article/ALeqM5gUfzTuzzc7bLD15sL5WUiraQq4vA

http://www.prensalatina.com.mx/article.asp?ID=%7B8E3D3349-C0A5-4872-9F1E-53FF989843F5%7D&language=ES

Pronto necesitaremos camellos para visitar la Alahmbra.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Multinacionales: nuestro cáncer social

Si existe una enfermedad aterradora esa es el cáncer. Quizá lo peor del cáncer es que se trata de un daño que el cuerpo se auto-inflige. Las células en alguna parte del cuerpo comienzan a crecer desmesuradamente. Crecen y crecen, sin tener un propósito, sin importarles el equilibrio del sistema. Crecen hasta que te matan.

En el mundo contemporáneo también tenemos nuestros cánceres sociales. Uno de ellos son las llamadas “multinacionales”. Desde hace mucho tiempo me he preguntado qué es lo que hace a los dueños de estas compañías querer crecer y crecer. ¿No les bastan los millones que ya tienen asegurados en su banco? Desde mi humilde e inocente cabecita, se me ocurre pensar que una vez una persona vive ya como rico, tiene éxito económico, sus yates, sus mansiones, ya debería decir “hasta aquí llegué”. Pero con las grandes empresas sucede lo contrario. Vemos por ejemplo las cadenas de fast food como McDonald’s o software Microsoft, y no nos queda remedio que interpretar sus ansias de crecimiento y expansión como una verdadera aspiración a conquistar el mundo. La política de McDonald’s parece ser: “Que no haya un solo pueblo del mundo que no tenga un McDonald’s” Ya en Estados Unidos la meta parece haberse ampliado a: “Que no haya un solo semáforo en el cual no puedas encontrarnos.”

Si una frase caracteriza a las multinacionales es: CRECE O MUERE.

¿No nos suena esto parecido a una filosofía cancerígena?

Por muchos años se me ha explicado que lo que sostiene las ansias de expansión en las multinacionales es la avaricia. La gente es tan materialista, que una vez tienen un billete quieren dos, y así sucesivamente pero a nivel macro. Pero bueno, esto es obvio. Así somos los seres humanos. Lo que no se suele mencionar son las causas concretas que impulsan esa avaricia. Aquí no voy a discutir todas. Tampoco soy un experto en la materia. Pero les voy a mencionar una de las causas mayores: el mercado de valores.

La mayoría de las multinacionales cotizan en las grandes bolsas de valores. Esto quiere decir que hay accionistas. Personas que compran “partes” de la compañía. Sin el dinero de los accionistas la compañía desaparece. Como todos sabemos, el valor de las acciones fluctúa. Si el valor de las acciones de una compañía de repente se desploma, la compañía está destinada al fracaso. La manera en que las empresas se aseguran de que esto no les ocurra es expandiéndose. Si yo tengo una cadena de supermercados, la mejor forma en que puedo asegurarle a los accionistas que vale la pena invertir en mi empresa, es mostrándoles que tengo una compañía fuerte. Y la mejor manera que se demuestra eso es abriendo nuevos supermercados. Estas expansiones no sólo generan más ingresos, sino que suben el valor de las acciones y atraen más accionistas.

El problema ocurre cuando el nivel de ganancias se estanca. Supongamos que el año pasado la compañía X tuvo un margen de beneficios de 200 millones de dólares. Puras ganancias. Si este año X hace 150 millones de dólares en ganancias, a los ojos de los accionistas eso aparece como una “pérdida”. En realidad no ha habido pérdida alguna. Pues hay 150 millones de dólares entrando. Pero esto no es suficiente. “Algo” está ocurriendo con X…algo que “huele mal”. Esto hace dudar a los accionistas, y hasta los espanta. Si X no logra superar el año entrante los 200 millones entonces estarán en serios aprietos. Así pues el objetivo de las grandes empresas no es generar ganancias, sino generar más ganancias que ayer para mantener felices a los accionistas. La única manera en que esto se puede sostener es expandiendo la empresa, aunque el precio a pagar sea catastrófico.

La mejor manera en que una compañía consolida su base de accionistas es dando el salto a otros países. Es ahí donde nace la “multinacional”. La mayoría de las empresas multinacionales están centradas en países del primer mundo. Cuando dan el salto, lo hacen sabiendo que los costos de producción en el tercer mundo son muchísimo más bajos; lo que les reporta un mayor margen de beneficios anuales (y más contentura para los accionistas.) Por eso las multinacionales, siempre que pueden, no esperan mucho a sustituir la mano de obra nacional por la extranjera. Así miles de empleados del país original se van a la calle, pues con el salario de uno solo puede pegarse el de veinte en otro país. No es que la empresa sea mala. Sino que para sobrevivir debe alcanzar ciertas cifras por los medios que sea. Crece o muere. La empresa no quiere morir. Así que crece.

La mayor desgracia le ocurre a los países tercer mundistas. Las multinacionales saben que en éstos es fácil explotar a los trabajadores, porque los gobiernos locales ven su presencia como un alivio al desempleo. Mientras más fábricas extranjeras haya, menos personas sin trabajo con las que lidiar; aunque su salario sea una miseria. Aunque la empresa siga haciendo millonarios a unos pocos dirigentes. Esto es lo que está ocurriendo ahora mismo en China o Tailandia. Esta situación afecta también a los niños. Por ejemplo, el vasito de café tan rico que te tomas a 5 dólares en un Starbucks, paga todo el café que un niño en Etiopía recoge a lo largo de un mes intenso. Y encima Starbucks dice que el café que compra es caro.

El medio ambiente también sufre las consecuencias de las multinacionales. En países africanos o asiáticos es muy fácil violar todas las leyes que protegen el medioambiente extorsionando con unos pocos dólares a los funcionarios de turno.

Otra práctica de las multinacionales consiste en acaparar la producción local de productos. Por ejemplo, digamos que un agricultor de papas en Idaho recibe $2 por cada saco. El primer año Burger King le hace un pedido millonario de papas. Al año siguiente también. El agricultor se ve obligado a contratar más mano de obra, comprar equipo de modo que pueda suplir la demanda de Burger King. Muy bonito todo. Hasta que un día Burger King llega y le dice que de ahora en adelante le comprará el saco de papas a $1.50. El agricultor se encojona, pero acepta. Tendrá que despedir unos cuantos empleados locales, y contratar un montón de inmigrantes ilegales que los sustituyan cobrando un salario mísero. Pero está bien. Aquí no ha pasado nada. Al año siguiente, Burger King le dice al agricultor que comprará el saco a $1. El agricultor entonces se da cuenta que si acepta no podrá pagarle ni siquiera a sus empleados ilegales, no podrá sostener el negocio y tendrá que cerrar. Entonces Burger King le da la solución: “Te compramos tus tierras, y te las arrendamos.” Poco después el agricultor se ve sembrando papas y pagándole a Burger King por cultivar un terreno que una vez fue suyo. (No digo que Burger King haya hecho esto en concreto, sin embargo es el tipo de práctica que las multinacionales llevan a cabo, y también muchos supermercados nacionales.)

Muchas veces no son las empresas famosas reconocidas las que se encargan de tragarse a las empresas pequeñas. Hay intermediarios que hacen ese trabajo sucio. Por ejemplo a los ganaderos americanos les ha pasado esto. En EEUU quizá existen solo unas cinco super compañías que se encargan de distribuir la mayor parte de la carne de res a todo el país. Con los pollos es peor, porque el monopolio de Tyson es casi absoluto. Esas empresas se dedican a hacerle la vida imposible a los ganaderos locales, de modo que se vean obligados a venderle sus tierras, fincas, cabezas de ganado, mataderos, etc. Esto le reporta a las mega distribuidoras de carne un margen enorme de ganancias, y le permite venderle a las cadenas de comida basura la carne en un menor precio. Así que a McDonald’s no le supone gran gasto ponerte en el hamburger un cuarto de libra o una libra entera. De hecho, McDonald's gasta más dinero en Coca-Cola que en carne. El asunto es atraer a los consumidores de la manera que sea, y multiplicarlos, indoctrinarlos desde que son niños con el payaso satánico ese de los cojones. (Los estragos que causa este sistema asqueroso capitalista han sido recogidos en el libro Fast Food Nation de Eric Schlosser.)

Así pues, la próxima vez que veas en las noticias la sección de economía, y veas las cifras del Dow Jones, Ibex 35, esos rápidos numeritos moverse de derecha a izquierda, piensa que no es chino, ni tampoco simbolitos indescifrables estilo The Matrix. Son los números que marcan el futuro del medio ambiente y de la humanidad. Son los números del cáncer social que nos arropa. Los números que marcan el imperativo: Crece o muere. Un círculo vicioso al que difícilmente hallaremos salida, hasta que el “crece” deje de ser una opción.

jueves, 30 de agosto de 2007

El origen darwiniano de la religión

I. La cuestión

La teoría de la evolución parte de que las características físicas de los seres vivos son producto de un proceso de selección natural. El organismo que tiene las características más útiles es el que sobrevive. Por eso se dice que la naturaleza lo “selecciona”. Cuando analizamos a la especie humana desde el lente del darwinismo, debemos decir que las características que más nos distinguen, como la conciencia, la capacidad de razonar, etc, fueron seleccionadas y nos ayudaron a sobrevivir en un momento dado de nuestra evolución.

La pregunta que quiero plantear es: Si somos producto de la selección natural, entonces ¿cómo podemos explicar la presencia de algo tan irracional y perjudicial como nuestra predisposición a la religiosidad? En sobradas ocasiones hemos mencionado las aberraciones que conlleva el pensamiento religioso, su capacidad de enemistar, y de llevar al ser humano a cometer las mayores barbaridades. Darwinianamente hablando nos vemos obligados a decir que la presencia tan evidente de religiones en el mundo tiene que deberse a que en un pasado remoto este tipo de pensamiento nos ayudó a sobrevivir. Dado que el bagaje genético es acumulativo, aunque la religión actualmente resultara inútil, no podríamos deshacernos de la disposición al pensamiento religioso. Así pues hace falta contrarrestar esta tendencia desde afuera. Y es ahí donde entra la educación y la cultura.

Volviendo al pasado darwiniano, podríamos pensar que las religiones surgieron como parte de nuestra manera de sobrevivir. Algunos científicos explican la existencia de religiones, diciendo que éstas ayudaban a unificar a los clanes bajo una creencia común. También las religiones permiten a los seres humanos hacer cosas que no harían bajo ningún otro tipo de sistema de creencias. Las religiones sacan lo intrépido del hombre, agudizan los sentimientos, y lo pueden convertir a veces en una máquina de violencia. No podemos negar que gracias a la religión se hayan alcanzado grandes logros, especialmente bélicos. Quizá sin religión nadie se hubiera montado con Colón en sus carabelas. Bien. Esta es una hipótesis. Pero hay otras.

II. La noche

Yo me inclino más por la hipótesis que plantea que la religión es un subproducto de una adaptación mucho más previa: el pensamiento de lo sobrenatural. En una época donde aun no se había desarrollado el pensamiento racional, cuando los homínidos vivían en los árboles, es probable que haya surgido el miedo a lo sobrenatural como una característica seleccionada que los ayudaba a sobrevivir. Pensemos, por ejemplo, en el miedo irracional que tenemos desde niños a la oscuridad. De la oscuridad salen fantasmas, monstruos, figuras horrorosas. Sin embargo, a plena luz del día, nunca nos suceden esas cosas. (Por eso es más rico ver las películas de terror de noche.) Ahora, imaginemos que somos homínidos primitivos, con escasa comida en los árboles, y que para sobrevivir debemos bajar a buscar alimentos. Bajar implica vivir, pero también la posibilidad de morir a causa de los depredadores. La luz es nuestro aliado, sin ella somos presa fácil. Durante la noche, lo único que nos puede mantener vivos es mantenernos en la copa de los árboles. Pero aun así hay algunos de nosotros que por glotones o porque sencillamente tienen antojitos, se atreven a bajar de noche en búsqueda de una barrita de bayas frescas al 7-Eleven de los arbustitos de al frente. Un acto rápido, simple, inofensivo. Entonces, el desastre.

El “respeto” a la oscuridad era vital para que un homínido permaneciese vivo. Mientras más se pegaba a ese árbol durante la noche, más posibilidades de sobrevivir tenía. Así que no es muy aventurado imaginar que los homínidos más miedosos y cagaos de noche fueran precisamente los más aptos para sobrevivir a esas horas (lo que en los trópicos implica al menos unas 12 horas de seguridad, un 50% del tiempo total.) De ahí que el miedo, un sentimiento aparentemente irracional, en realidad se trate de un modo eficaz para adaptarse al medioambiente. Un miedo no irracional sería aquel que nos infunde el ver un león rondando las raíces del árbol en el cual nos encontramos. Pero cuando comenzamos a ver monstruos entre las sombras, y a imaginar seres espantosos por ahí abajo, lo único que queremos es cerrar los ojos y quedarnos dormidos, que amanezca de una vez y termine ese calvario; para así poder bajar, comernos unas bayas, echar una meaditas bajo algún palo sin stress, y ser felices. El miedo es la raíz del pensamiento de lo sobrenatural. (Por eso las religiones son tan efectivas cuando se trata de cagar a la gente de miedo.)

En la narración que acabo de hacer es donde veo más plausible el origen de nuestra predisposición a creer en cosas sobrenaturales. Lo sobrenatural es irracional pero, paradójicamente, tiene una razón de ser: nos ayudaba a sobrevivir. A medida que aquellos homínidos evolucionaron en lo que hoy conocemos como homo sapiens, la inteligencia se desarrolló, el ser humano fue capaz de crear fuego para protegerse durante la noche del frío y depredadores, luego construir viviendas en cuevas, y más tarde cuatro paredes y un techo, de modo que la noche dejó de ser sinónimo de muerte. Sin embargo, nuestro innato miedo a la oscuridad de nuestro pasado arbóreo prevaleció, y con ello la tendencia a creer en cosas sobrenaturales e inventar cuentos. Eso explica por qué las fantasías sobrenaturales son tan útiles para los padres que quieren persuadir a sus hijos a que se duerman y no se salgan de la cama.

Si los adultos, contrario a los niños, son capaces de distinguir entre fantasía y realidad, entonces ¿por qué insisten en sostener el pensamiento religioso? ¿Por qué, aunque saben que no existen monstruos bajo la cama, continúan creyendo que existen demonios en un infierno mucho más abajo que la cama? ¿Por qué persiste lo sobrenatural si ya no hay que temer a la noche?

Como ya mencioné antes, nuestro pasado darwiniano es acumulativo. Nuestros genes actualmente son el resultado de un proceso lento de construcción. Así como en un edificio no podemos deshacernos de la primera planta, sin derrumbarlo por completo; lo mismo sucede con nosotros. Los genes, tanto los “buenos” como los “malos”, no son información fácilmente descartable. Los cambios que propician la evolución, por ejemplo los climáticos, suelen ser procesos lentos donde las especies cuentan con mucho tiempo para adaptarse. Sin embargo, con la llegada de la inteligencia humana, el planeta fue convirtiéndose en un lugar de cambios radicales, equivalentes a continuos cataclismos inesperados. De modo que tanto el ser humano como el resto de las especies se ven sometidas a una presión extra antes desconocida. Por primera vez los genes, como medio de transmisión de información, resultaron ser demasiado lentos. Así pues el ser humano cuenta con un modo alternativo para transmitir información sin tener que esperar miles de años de adaptación genética: el lenguaje.

III. El lenguaje

El surgimiento del lenguaje, como necesidad para adaptarse a una realidad mucho más compleja de la de los monos en los árboles, tuvo como consecuencia que el ser humano pudiera estructurar pensamientos muchísimo más elaborados que antes. El lenguaje, una evolución genética, nos ayudo a pensar de manera más compleja, y esto conllevó una evolución social. Uno de las características que más se desarrolló gracias al lenguaje fue aquella antigua predisposición a creer en lo sobrenatural. Sin el lenguaje nos hubiéramos quedado mirando a la oscuridad con miedo desde la cueva. Pero el lenguaje llegó para ponerle nombre y apellido a todos aquellos terrores de la noche. Y luego a los fenómenos benévolos del día que llegaban a rescatarnos, como el sol. No es de extrañar que las primeras deidades en casi todas las religiones hayan sido deidades solares; “el Dios de los Cielos”, se lee en la Biblia. Así pues, el lenguaje nos ayudó a crear la “religión natural” ayudándonos a vencer un miedo que originalmente nos había salvado la vida (la oscuridad); también nos ayudó a inventar un antídoto para ese miedo (el dios benefactor).

Fue así como surgieron las religiones. El intento por persuadir a deidades benévolas y ahuyentar a las malévolas. Pero sucede que el ser humano continuó evolucionando socialmente, más rápido de lo que sus genes jamás pudieron. Y así llegamos a la Antigua Grecia. Un periodo donde el crecimiento social exigía progreso tecnológico para sustentarse. Muchos se dieron cuenta que la búsqueda de progreso era incompatible con el pensamiento religioso. Surgieron las ciudades, se hicieron obsoletas las deidades agrícolas, y así filósofos escépticos como Parménides, Protágoras y Aristóteles comenzaron a plantear la necesidad de ir más allá de los mitos y buscar las evidencias físicas, para que pudiéramos comprender la realidad tal cual es, en vez de tal cual la imaginamos. Comprender el mundo es una manera de dejar de ser su víctima. Así la mitología dio paso a la lógica. Aunque los griegos no lograron despegarse por completo de la creencia en lo sobrenatural, la filosofía griega hizo en un corto periodo de tiempo un gran avance: crearon las bases para la ciencia y hallaron los fundamentos del pensamiento racional. De esta manera nuestro pasado darwiniano, nuestras tendencias innatas a creer en lo sobrenatural, se enfrentaron al resultado de una rápida evolución social que no tuvo ni tiempo ni necesidad de implantarse vía selección natural. Los libros y el lenguaje jugaron entonces el papel que antes sólo hacían los genes: ayudarnos a sobrevivir. La supervivencia pasó de ser un asunto de poseer ciertos genes a un asunto de poseer cierto tipo de ideas.

Podríamos decir que Occidente experimentó un tipo de edad dorada de la tecnología y la ciencia que fue desde el año 750 al 350 a.C. (lo que el filósofo Karl Jaspers llama la “Era Axial”), de ahí continuó la gran era de las matemáticas en Grecia hasta los comienzos del siglo VI d.C., precisamente el momento donde Roma se convierte al cristianismo: la muerte del libro, y el inicio de la Edad Oscura, de vuelta al pensamiento sobrenatural, el retorno de los miedos a la Noche.

Nuestra predisposición al pensamiento sobrenatural es una de las características genéticas que más nos ha costado sobrellevar. Hemos podido inventar lentes para mejorar nuestra visión; medicinas para aliviarnos nuestros achaques y dolores de espalda; pero no hemos podido inventar nada que erradique de una vez el pensamiento sobrenatural. En el pasado ya han habido grandes intentos. En el Renacimiento tuvimos a Erasmo, luego a Descartes, durante la Ilustración a Diderot y Voltaire, el barón de Holbach, luego a Feuerbach, a Nietzsche, más recientemente a Russell, Madalyn Murray O‘hair, y hoy a Sam Harris y Richard Dawkins. Todos ellos tratando de demostrar la necesidad de mantenernos fieles a la realidad, a las evidencias, para evitar así caer en el error del pensamiento irracional. Pero la religión persiste. Está en nuestros genes. Y parece que deberemos lidiar con ella por muchísimo tiempo.

¿Por qué triunfó el cristianismo?

¿Alguna vez te has preguntado cómo una pequeña secta judía en el desierto de Palestina logró hacerse con el imperio romano (aunque luego lo llevara a su ruina), con el control de casi todos los reyes de Europa y Asia Menor, y luego con América entera? No, no es porque era la "religión verdadera". Siéntate bien y entérate.

Todos ya sabemos los hechos históricos específicos que permitieron al cristianismo entrar en las cúpulas de poder. Sabemos que el emperador Constantino se convirtió al cristianismo, y que de ahí en adelante los perseguidos cristianos pasaron a ser los perseguidores. Eso ya los sabemos. Pero lo que realmente dio a esa secta su gran fuerza no se encuentra sólo en estos hechos, sino en la propia dinámica de su filosofía (si así puede llamársele). El triunfo del cristianismo se debe a la astuta síntesis entre la fuerte tradición judía y la capacidad grecolatina de asimilar ideas heterodoxas, distintas. Contrario a los judíos, los romanos —salvo unas célebres excepciones— exhibían una gran tolerancia respecto a las religiones dentro de su imperio. Esto fue parte de lo que les permitió convertirse en el imperio más poderoso del mundo. Cuando los romanos conquistaban un lugar, no imponían su religión a los conquistados, sino que asimilaban sus creencias. Así ocurrió con casi todo el Panteón de dioses griegos, y otras deidades egipcias, persas, etc. Los romanos solían tomar los dioses ajenos como propios, a veces cambiándole los nombres (Zeus a Júpiter, Heracles a Hércules, etc.) Podría decirse que esta actitud era la opuesta al judaísmo. Los judíos, como buenos monoteístas, cada vez que conquistaban un lugar imponían su deidad (eso es si primero no masacraban al poblado entero bajo mandato divino). Esta actitud cerrada y fanática, resultó tanto útil como contraproducente para los judíos: Por un lado les ha permitido mantener una identidad nacional más allá que religiosa, y hasta la fecha les ha dado un sentimiento de causa común, que no dudamos sea parte del origen de la prosperidad económica que los caracteriza. Por otro lado, la incapacidad para integrarse, y su falta de interés por el proselitismo, los han llevado en más de una ocasión al borde de la extinción. Primero la Santa Inquisición, y luego Hitler. Pensemos que actualmente los judíos en el mundo suman unos 14 millones (Hitler se llevó unos 6 millones), un número bastante bajo si consideramos lo antigua que es esa religión.

El cristianismo no tiene esos problemas. El cristianismo triunfó (en número, poder y economía) porque en un momento dado supo adaptar las cualidades más útiles del contexto político-religioso del cual surgió. Los cristianos tomaron de los judíos no sólo el Antiguo Testamento y la idea de “pueblo elegido”, sino el comportamiento fanático que se desprende de todos los monoteísmos: “Sólo hay un Dios, el nuestro, arrodíllate.” Luego, de los romanos y griegos tomaron el gusto por filosofear, hallar verdades universales (un concepto potencialmente peligroso), y encontrar justificaciones “racionales” a toda su doctrina. Esa mezcla fue fundamental para que el cristianismo más tarde fuera la secta “elegida” por Constantino. Otro factor clave fue la abierta idea de Jesús: “Dad al César lo que es del Cesar”. Esto le sirvió como camuflaje, para presentarse ante las autoridades romanas como una secta inofensiva. Hasta que ya fue demasiado tarde.

Una característica importante del cristianismo, influencia de los griegos, fue su intento de hacer “teoría” de su religión, lo que más tarde se llamó teología. Los cristianos no son como los hindúes que se creen lo que le eches. Su religión tiene estructura, aspira al orden que la mayoría de las religiones carecen. Esto la hace ver como una religión más racional y evolucionada que las anteriores, sin embargo tras esa fachada se esconde otra realidad. Los cristianos también heredaron una buena dosis de irracionalidad de los romanos: el politeísmo; de ahí les viene esa necesidad de crear un santo por cada pueblo. También heredaron la carnalidad de la religión romana, la obsesión con los objetos mágicos, talismanes, amuletos. De ahí les llega su tendencia a inventar reliquias. En fin que del choque del monoteísmo judío y el filosofeo grecolatino de tendencia politeísta surgió un verdadero monstruo doctrinal con mil cabezas. Una aberración que iría creciendo y creciendo hasta llegar a provocar cismas dentro del seno de la Iglesia que culminarían en el exterminio de miles de seres humanos. Un ejemplo más de como los cristianos se aman los unos a los otros.

El primer adefesio doctrinal producto del cristianismo fue el Dios Trino. Un supuesto Dios dividido en tres, pero que no es tres separado sino tres en uno. Ahí tuvo que auxiliarlos la geometría griega y el triángulo para explicar esa contradicción irracional. (Dios podía ser tres en uno, como el triángulo: con tres lados sin dejar de ser una sola figura.) Y si hubieran querido podría haber sido cuatro en uno, o cinco en uno, invocando al pentágono. Las figuras geométricas valían para justificar hasta un dios de veinte mil cabezas. Otra aberración de la imaginación cristiana fue introducir la idea de un Dios-hombre (un sacrilegio para los judíos). Si no fuera por la larga tradición antropomórfica homérica que los romanos poseían, creyéndose todos aquellos célebres cuentos del Júpiter bellaco chingándose cuanta cierva y nube se encontraba en su paso, los cristianos difícilmente hubieran podido concebir que un Dios supuestamente omnipotente, omnipresente e infinito pudiera “encarnarse” en un simple cuerpo humano y morir en una cruz. La carnalidad grecoromana no sólo permitió a los cristianos ser deicidas (matar a dios), sino teófagos (comérselo).

Así pues el monoteísmo pagó un precio. Pero quien pagó el mayor precio fue la humanidad. La consolidación del cristianismo bajo el poder y protección de Roma significó la muerte de la tolerancia que había ayudado a mantener la estabilidad del Imperio. Quien no se convertía al cristianismo, moría. La doctrina cristiana fue la primera religión en mezclar la intolerancia con la aspiración filosófica a la verdad absoluta. Veamos. Los judíos tenían sus creencias, pero no les interesaba que nadie creyera igual que ellos. Dios era su verdad, y les complacía vivirla como experiencia subjetiva, interna, meditando en sus ideas. Si les estorbabas, te mataban y ya. Desechaban toda pretensión de objetividad, y por eso hasta prohibían el arte. Pero los cristianos, tenían sus creencias, y encima se creían capaces de demostrarle a todo el mundo con las leyes de la Lógica que su doctrina era la única verdadera. Así se explican sus ganas de “evangelizar”, que no es otra cosa que “O crees o te mato” como hicieron en la Conquista; pero ya no por mandato divino, sino por mandato de la Razón. He ahí la aberración: el haber secuestrado la Razón como apoyo a la irracionalidad, y habérsela negado a quienes en verdad pudieron haberla usado en beneficio de toda la humanidad: los científicos. Cuando digo “secuestro” no lo digo metafóricamente, pues eso fue lo que hicieron los monjes durante cientos de años, escondiendo el conocimiento de personajes como Aristóteles; guardándolo para su disfrute exclusivo y como apoyo para sus pajas mentales...y las no tan mentales.

En resumen, el triunfo del cristianismo se debe a la fusión de dos cosas: 1) El fanatismo monoteísta judío y la noción de “pueblo elegido”, y 2) el interés grecolatino por alcanzar filosóficamente la verdad absoluta, y la idea de que las leyes de la Lógica son universales. De ahí se desprende que los cristianos se creyeran en la obligación de predicar su Verdad como verdad universal con la furia y convicción de quien se cree elegido por Dios.

Los crímenes del cristianismo son materia para otro blogazo. Por ahora basta con decir que gracias a esa fusión el cristianismo se convirtió en la religión más poderosa del planeta. La mezcla de violencia y la Razón le dio la llave al mundo, y así llevaron a la Europa de creciente desarrollo tecnológico de los romanos al abismo de la Edad Oscura: la época de la cual tenemos más mitos y leyendas que hechos históricos; donde la ciencia y la comprensión de la realidad desaparecieron en favor la revelación divina y el auto-engaño.

miércoles, 29 de agosto de 2007

Las reliquias: otra prueba de que la Iglesia miente

Llevo un par de semanas leyendo un libro que trata sobre las reliquias cristianas, El Fraude de la Sábana Santa y las reliquias de Cristo de Juan Eslava Galán. Las reliquias son cosas materiales relacionadas a Cristo y los santos. Entre ellas puede encontrarse desde ropa, sombreros, chancletas, piedras pisadas por ellos, hasta productos biológicos como pelo, sangre y leche materna. Hasta donde he leído la excepción parece ser el semen y flujo vaginal y la hez fecal; aunque los Santos Pañales del Niño Jesús sí se encuentran entre el inventario.

El asunto de las reliquias gira en torno al hecho de que se le atribuyen poderes sobrenaturales. Las reliquias, creen los católicos, de cierta manera mantienen un vínculo con el santo en cuestión, y retienen parte de su poder divino. Podemos resumir diciendo que para el Vaticano Inc. las reliquias son objetos que pueden ayudar al ser humano a fortalecer su fe, sintiéndose más cerca del santo, y pueden actuar como medios de sanación, o incluso resucitar a los muertos, como hizo la Santa Cruz descubierta por Santa Elena y San Ciriaco. Las reliquias también son objetos de culto y reciben "veneración".

Bueno hasta aquí todo queda en un asunto de puro pensamiento mágico, que no tiene mucho diferente a los fetiches de tribus de la selva amazónica o el África subsahariana. Lo que quiero llamar a la atención de todos, es que el asunto de las reliquias católicas trasciende a eso, y pasa a ser una prueba definitiva más (entre tantas) de que el Vaticano Inc. miente descaradamente a sus fieles. Quizá es la prueba más vistosa de todas, y ahí radica mi interés por ella.

San Pablo dijo una vez algo así como “Si Cristo no resucitó nuestra fe vale mierda”. La Resurrección es el eje de todo el cristianismo. Si Cristo no resucitó, la religión entera es un fraude. (jeje) Con el asunto de las reliquias, sucede algo parecido. En este caso lo que se espera de una reliquia es que, de hecho, haya estado relacionada por contacto físico al santo, y que no sea un mero objeto escogido por ahí por algún sinvergüenza. Si la reliquia no estuvo en contacto con el santo, ¿podría llamarse reliquia verdadera? No. Sería un fraude.

Pues bien, resulta que la iglesia católica alrededor de todo el mundo está en posesión de miles de miles de reliquias. Entre las más importantes se encuentran las relacionadas al mismo Jesucristo. Existen por ahí, uñas, cabellos, y hasta los dientes de leche del Salvador. (Hablando de leche, también existen gotas de la leche que María le daba cuando niño.) Pero las reliquias que más han causado revuelo son las que se vinculan a la Pasión, o sea a los momentos donde Cristo supuestamente fue torturado, crucificado y enterrado. (A los católicos siempre les ha encantado el rollito sadomasoca.) Pero sucede que cuando hacemos inventario de, por ejemplo, todas las sábanas que supuestamente envolvieron a Jesús en el Santo Sepulcro y los palos de la Cruz, obtenemos tantas yardas de tela y cantos de madera que bien podríamos hacer con ellos réplicas de las tres naves de Colón con todo y velas. Hay tantos clavos de la Cruz por ahí, que podríamos montar una ferretería. Igualmente sucede con el prepucio de Jesús que, como a todos los judíos varones, le cortaron cuando bebé. Hay tantos metros de prepucio que si los aceptáramos como verdaderos tendríamos que concluir que Cristo no sólo nació Rey de Reyes sino como Rey del Mambo.

Creo que si todas estas reliquias fueran propiedad privada de fieles católicos, entonces podríamos decir que se trata de puro folclor. Pero el hecho de que estas reliquias estén guardadas y “ostentadas” (es el verbo que usan cuando las muestran en público) en iglesias oficiales, bajo la supervisión de un obispo, es muestra de que al Vaticano Inc. no le importa la verdad tanto como su doctrina. Estas reliquias son tan importantes que a veces le dan nombre a los templos y basílicas. La pregunta es: ¿Cómo es posible que existan 20 sudarios de Cristo? ¡Al menos 19 son falsos! Sin embargo, la Iglesia sigue mostrando este tipo de cosas como si se tratara de objetos auténticos. En el pasado llegó un momento en que la Iglesia se vio tan inundada de reliquias que comenzaron a ser la mofa de los escépticos dentro de la misma Iglesia. La curia se defendió diciendo que en el caso de las reliquias no importaba tanto que fueran auténticas, sino su "valor moral" y su capacidad de acercarnos a la fe. En otras palabras, “No importa que sean falsas, lo que importa es que venden bien el cuento que contamos.”

Más tarde la Iglesia llegó a justificar la proliferación de estos objetos diciendo que sólo hacía falta que un objeto tocara un objeto originalmente tocado por el santo para que también tuviera el poder del original!! Es decir, si yo tengo una hebra de cabello de Cristo, y le pego un moco mío, puedo vender ese moco como un moco de Cristo!! Y lo más grande de todo: ¡¡¡NO HAY FRAUDE!!!

Amigo católico, ¿no es esto una prueba evidente, más allá de toda duda razonable, de que la Iglesia miente descaradamente? ¿Por qué ser cómplice de una organización así?

Pero a la Iglesia no le importa tanto ese asunto de “la verdad”. Eso se lo dejan a lo aguafiestas como los científicos. Por eso la Iglesia siempre se sale con la suya. Su propensión al auto-engaño es tal, que no importa cuantas pruebas la dejen en evidencia como una religión repleta de falsedades, siempre tendrán un as bajo la manga para salirse con la suya. En la Iglesia vale todo, menos perder. Lo mismo ocurrió cuando en 1988 sometieron el supuesto Santo Sudario de Turín a las pruebas de carbono-14. Las muestras de la Sábana se sometieron bajo las condicione que ELLOS quisieron. Esperaban con toda seguridad que los resultados reafirmaran que la Sábana era de la época de Jesús. Finalmente, seis meses más tarde, cuando los resultados comprobaron que la Sábana había sido creada en el siglo XIV, y se probó que era un fraude, los católicos defensores de la autenticidad del objeto (sindonólogos) optaron por descalificar al laboratorio y decir que habían sido sobornados por...vete a saber quién. En 1993 en una asamblea general, el presidente de los sindonólogos agarró el micrófono y pidió a los asistentes que propusieran “ideas sobre cómo la datación del radiocarbono tenía que ser errónea.” Primero quieren jugar a la ciencia. Y cuando la ciencia misma se encarga de darles las nalgadas correspondientes a cada uno, entonces hay que jugar a descalificarla.

Esto es como lo que en inglés se dice un no lose situation. Como dice Juan Eslava Galán, la Iglesia es como el pistolero más veloz del salvaje oeste. En las películas de John Wayne siempre hay un mega pistolero, pero siempre llega uno más rápido que lo vence. Así está la Iglesia siempre, al acecho, inventando una manera de salir de los aprietos, y esperando que sus fieles se hagan de la vista larga. O quizá, la vista ciega. Porque así es como están la mayoría de católicos.

Por eso, blogosferos que me leen, siempre digo que si una persona lleva dentro de sí la capacidad lógica y honestidad suficiente, no importa cuánta fe tenga, este tipo de asuntos le darán al menos un ligero tufillo a mierda. Fue así como yo, que era un religioso devoto, poco a poco, fijándome en los detallitos aquí y allá, llegué a la conclusión de que la doctrina cristiana entera se había forjado en torno a mentiras (y ahí meto todas las embustes que predican también los protestantes). Posiblemente este post no acabe con la fe de nadie, pero quizá encienda en su mente el fuego de la duda. La duda es la gran generadora de preguntas. Y las preguntas son las que nos permiten el conocimiento. Sin duda no hay conocer. Y sin conocer viviríamos como en la Edad Media, aquella era oscura cuando la religión cristiana dominaba todos los aspectos de la vida humana. Así que aquí lo tienen católicos que me leen, un buen inicio para que comiencen a dudar la doctrina que se les ha inculcado desde niños. Los invito a hacerle las preguntas pertinente al párroco local, y a seguir leyéndome.

Sigo pensando que lo que le hace falta a la gente en general es leer la misma historia de la Iglesia, para darse cuenta del gran engaño. Por eso, si lo que te interesa conocer es conocer la verdad, no pares nunca de buscarla. No aparece, se encuentra.

domingo, 26 de agosto de 2007

Teresa de Calcuta: ¿Atea de closet?

Fuente: http://www.cbsnews.com/stories/2007/08/23/eveningnews/main3199062.shtml

La Iglesia católica se jacta de muchas cosas. Poseen varios metros del Santo Prepucio de Nuestro Señor. Tienen guardados varios litros de sangre derramada en el calvario. Tienen el brazo “incorrupto” de San Vicente, (aunque más bien parece un brazo seco de momía egipcia). Pero de lo que más se vanagloria la Iglesia es del secreto de confesión. Uno puede ser un criminal, un pederasta, asesino, corrupto; pero si te confiesas con un sacerdote certificado puedes estar seguro de que tus ofensas no las conocerá nadie más que el sacerdote y Dios. Las confesiones son secretos para la tumba; nos asegura el Vaticano Inc.

Pues bien. Hay sus excepciones. En especial cuando divulgar confesiones puede ser una potencial fuente de reclutamiento de fieles y dinero. Me refiero al caso de la canonización de madre Teresa de Calcuta. Se acaba de hacer público el contenido de unas cartas privadas que les envió a amistades, y cartas de confesión. En ellas la futura santa (porque no nos queda duda que lo será), decía tener muy serias dudas sobre la existencia de Dios. La santa estuvo años en una crisis de fe, y algunos dicen que hasta dejó de rezar.

Oh, oh!! Pero miren lo que dicen los curas: ¡¡Sus dudas la hacen una mejor candidata para la santidad!! ¿Por qué? Pues esto es prueba de que la santa vivía en un tormento. Sufría y padecía, al ver que no hay Dios por ningún lado. ¡Qué rico es el tormento! Contemplad la lógica de la Santa Iglesia: Mientras más dudas tiene una persona, ¡más santa es! (Miguel de Unamuno ya hizo una buena reflexión sobre este mismo asunto en su cuento corto: San Manuel Bueno Mártir. Léanlo, para que vean cómo la Iglesia repite sus ciclos.)

¿Por qué habrá “dudado” Teresa de Calcuta? Quizá por ver que la miseria es suficiente evidencia de que es imposible que exista el Dios benévolo que la Iglesia predica. Ante la cara de la pobreza extrema, algo que ella experimentó de primera mano, quién no se pregunta ¿Dónde carajo está Dios?

Pues bien. Teresa de Calcuta dejó bien dicho que quería que todas esas cartas se quemaran después de su muerte. Hmmm, había que borrar las evidencias. Pero no contaba con que el Vaticano Inc. tenía un mejor plan: utilizar sus secretos para darle más fuerza a su negocio; aunque de paso no sólo tuvieran que violar el supuesto sacramento inquebrantable de la confesión, sino la voluntad de una de sus ovejas.

Todo para que el siglo XX no se quedara huérfano de un gran Santo… aunque el mismo fuese medio ateo. Da igual.

miércoles, 22 de agosto de 2007

El culto al himen

Desde pequeño me enseñaron a rezarle a la Virgen. La virgencita aquí, la virgencita allá. Yo no tenía la más mínima idea de qué significaba la palabra “virgen”; para mí era sinónimo de “madre de Jesús”. Fue muchos años más tarde cuando por fin supe lo que aquella palabrita quería decir. Una virgen es una mujer que no ha tenido relaciones sexuales con penetración; es decir que, en teoría, mantiene su himen intacto.

Cuando supe esto, lo primero que me pasó por mi cabeza fue pensar por qué utilizaban dicha terminología tan bajuna para referirse a la madre de Jesús. ¿Por qué darle un título honorífico basándose en el estado de su chocho?

En aquellos años aun no tenía muy claro la obsesión morbosa de la Iglesia con el sexo. Pero de ahí en adelante no pude evitar que cada vez que oía la palabra “virgen” me viniera a la cabeza el dichoso himen entre las túnicas azules de Nuestra Señora.

Hay que ver cómo los católicos se regodean de la castidad de su diosa: “…Rogamos a María siemprrrrrrrrre Virgen…”; como diciendo, “hey, que no sólo fue virgen un ratito; ¡que ni en la tumba probó daga esa Santa!”


Foto: Un chochito digno de alabanza.

La pregunta es: ¿De qué manera es la virginidad una virtud? Yo entiendo que no es recomendable que una mujer esté acostándose con medio mundo. (Lo mismo aplica a hombres.) Hay peligros, enfermedades, hombres cabrones. También hay sentimientos que pueden joderse. Pero quisiera saber por qué un himen hace a una mujer valer más que una que no lo tiene. Vayamos al grano: ¿De qué manera una mujer baja de categoría por haber sido penetrada?

Hay pilas y pilas de verborrea teológica que el Vaticano, Inc. nos proporciona para explicarnos esto. Y en realidad no me interesa escucharlo más. Lo que sí quiero dejar claro, es que este culto al himen, es una prueba más de cómo la Iglesia católica invirtió valores. Lo bueno se hizo malo, y lo malo se hizo bueno. El sexo es una de las cosas más buenas que tiene la jodida vida. El sexo practicado con responsabilidad, no mata a nadie. Al contrario, nos hace felices, aunque sea un ratito coño. Pero eso ya es bastante en esta vida de mierda! Nos suple las endorfinas que necesitamos para olvidarnos de los problemas del diario vivir. En fin, es una maravilla. Y el que diga lo contrario, me da lástima. Esto es un ejemplo de cómo la Iglesia convirtió algo bueno en algo sucio y siniestro.

Un ejemplo opuesto, de cómo hicieron que algo malo se hiciera bueno, fue el momento en que elevaron la pobreza y la debilidad al rango de virtudes. Esto es asunto para otro blogazo, pero por el momento me basta con decir que la gente mientras más pobre y débil es, menos tiempo tienen para usar su cerebro. El cuerpo y el estómago mandan. Las personas más fáciles de manipular son los pobres, que no tienen educación, ni ganas de nada. Y a éstos es fácil venderles la idea de “el más allá” y el cielo. “Tu vida es una mierda, pero no te preocupes, porque mientras más en la mierda te encuentres, más virtuoso serás hallado en el Reino de los Cielos. Danos tu limosnita y nos encargaremos de que llegues ahí sin problemas”. “Bienaventurados los jodidos…” My ass!

Si las mujeres católicas dedicaran un poco de tiempo a reflexionar sobre el asunto de la virginidad, se darían cuenta de la aberración tan enorme que esto encierra. La verdad es que la virginidad no es una virtud de ningún tipo. La pureza, la bondad, son cualidades que se llevan en el corazón, no entre las piernas. Hace unos años conocí el caso de una chica devota católica que cuando se acostaba con chicos les decía “…pero la cabecita nada más, papi” Con esto, la beata pensaba que mantenía intacta su castidad. En realidad había sido (semi)penetrada, pero mientras no le tocaran el himen, no había ningún problema. Ella en cambio, se hacía la paja mental para sentirse como María: siemprrrrrrrrrre Virgen.

Vaya manera de auto-infligirse tortura física y mental. Gracias a la Iglesia católica por darnos tantas razones para ser felices!!

Amén.

lunes, 20 de agosto de 2007

¿Dónde está Dios?

Imagina que te levantas un domingo tempranito en la mañana. Desayunas, te tomas tu cafecito mientras lees el periódico, te pones tu mejor ropita, y te vas a misa. Eres un ciudadano ejemplar, tus vecinos te aprecian, tus hijos te adoran, sientes que tienes una relación personal con Dios. En medio del rito, el cura te invita a comulgar. Vas, te comes la galletita. Te sientas. Y de repente una ola gigantesca cubre el edificio, y el techo de la iglesia se te derrumba encima. Y se acabo todo. Nadie sale con vida.

Los desastres naturales, como el terremoto que acaba de suceder en Perú, son una prueba de que el Dios de los cristianos, en caso de que existiera, es un dios de pacotilla. ¿¿Qué clase de Dios es ese, que ni siquiera puede proteger a la gente que lo adora dentro de su propia casa??

En este foro creemos que tal Dios (judeocristiano) no existe fuera de la imaginación humana. Pero si existiera; si el Dios de la Biblia fuese real, entonces tendríamos que concluir que es una divinidad inepta. ¿No se supone que debemos ver a Dios como un Padre? ¿Acaso los padres no protegen a sus hijos? ¿Cuánto más no nos protegería un Dios que supuestamente es benévolo y omnipotente? ¿Qué trabajo le costaba a ese Dios impedir que ese techo cayera sobre el coco de 300 de sus hijos?

Nuevamente, aquí sabemos la contestación a esa pregunta: No hay Dios que valga. Lo que sí no podemos entender es cómo los creyentes no se dan cuenta de que el Dios en que creen es un fraude. En todo caso, ¿por qué no se dan cuenta siquiera que su Dios es un dios mediocre? Si yo fuera creyente, y veo que mi Dios deja que se derrumben templos sobre la gente mientras rezan, entonces o me hago ateo o me busco un dios mejor, o sencillamente me hago el loco! Me avergonzaría tener que predicarles a otros que creo en un Dios tan malango.

“Oigan todos: Crean en mi Dios y serán salvos!!”

—“¿Cuál Dios? ¿¿El que deja que se caigan techos encima de uno?? No gracias. ¡Mejor nos salvamos solitos!” (risas)

Otra pregunta que me surge es: ¿Qué sacaría un dios con estas tragedias? Los cristianos dicen que todo lo que ocurre en el mundo es porque la "voluntad" de su Dios lo avala antes, y que las cosas malas siempre encierran cierto “propósito” misterioso. Entonces, yo quisiera saber ¿que lección positiva podemos sustraer de que un niño de 5 años muera aplastado en un terremoto, y que su familia quede traumatizada de por vida? ¿Dónde está el amor de ese dios? ¿Dónde esta la enseñanza aquí? ¿Dónde está la lección misteriosa que debemos aprender? ¿Qué pensaríamos de una persona que, teniendo el poder de evitar estas cosas, se le ocurriera cruzararse de brazos mientras ve a millares de personas perecer?

Lo que más me deja atónito, es que cuando suceden estos desastres, sale la gente en la tele diciendo que eso le ha "fortalecido su fe". Osea, mientras más obvio se hace que el dios en que creen es un soberano hijo de puta mediocre, más sienten la necesidad de él, del mismo que permitió que se les descalabrara la vida pudiendo evitarlo. Viva el colmo de la luz de la sabiduría humana folclórica!! Si ese dios está medio loco, ya queda claro por qué: La gente que lo inventó está más loca que él!

Mientras los damn-ificados (damned en inglés significa maldito), lloran por las pérdidas materiales y la muerte de seres queridos, y se preguntan “¿Por qué a mí?”; yo me pregunto: ¿Dónde está Dios?, que no lo veo.

Yo por eso, los domingos en la mañana después del cafecito, mejor me quedo en mi casa leyendo el periódico.

viernes, 17 de agosto de 2007

Científicos en fantasilandia

Aprovechando mis vacaciones de verano los otros días me compré un libro para leer en la playa. Escogí uno que se llama The Artful Universe: The Cosmic Source of Human Creativity, (El universo lleno de arte: la fuente cósmica de la creatividad humana) del astrofísico John Barrow. Siempre me ha gustado leer sobre la relación entre ciencia y arte, y con un título así pensé que sería una buena elección.

El libro es muy interesante. He aprendido mucho con él. Pero en mi opinión presenta un problema que ya llevo detectando desde hace bastante tiempo. Hay veces en que cuando un mega científico comienza a hablar, no te das cuenta en qué momento termina la ciencia y cuándo comienza Star Trek.

En mis artículos pasados he defendido a capa y espada el método científico. Pero tengo que admitir que en ocasiones a algunos científicos se les va la mano con sus especulaciones. En un momento estás leyendo sobre estrellas y supernovas, y sin que te des cuenta te clavan con los "multiversos", las 7mas dimensiones, los "worm holes", y toda una serie de hipótesis, que en verdad suenan más a ciencia ficción que a ciencia.

Parece que a mayor prestigio tiene un científico más le toleramos que se le vuele la imaginación y comience a contarnos asuntos como "es posible que haya más de un universo", la "teletransportación", o "estadísticamente es muy probable que haya vida en otros planetas". Miren este ejemplo sacado de www.atlasoftheuniverse.com/espanol

“Hay un concepto común sobre el Big Bang, que fue una gran explosión que ocurrió en un lugar vacío de espacio y la explosión se expandió por el espacio vacío. Esto esta errado.

Espacio y tiempo fueron creados en el Big Bang. Al principio del universo el espacio estaba completamente lleno de materia. La materia era originalmente muy caliente y muy densa y luego se expandió y enfrió para eventualmente producir las estrellas y galaxias que vemos en el universo actual.”

Siento que a veces para creernos estas cosas hace falta cierto tipo de fe. Parecida a la que los judíos y cristianos nos piden para creernos los mitos del Génesis. Sabemos que en la ciencia no cuenta la fe sino las evidencias. Pero en la práctica pienso que todo el mundo tiene con la ciencia un comportamiento que podría parecerse a la fe.

Por ejemplo, cuando de niños estudiamos en las clases de ciencia, aceptamos todo porque nos lo dicen los libros y figuras de autoridad. Lo mismo que la fe y el catecismo. La diferencia es que en la fe nada se cuestiona, y en la ciencia, si queremos, tenemos los medios para verificar que esa información es correcta o no. Sin embargo, eso no quita que aceptemos constantemente información científica sin verificar su veracidad. En la práctica las personas, en general, asumimos que los científicos no mienten. O más bien, que lo que nos dicen es lo más cercano a la verdad. Hay que reconocer que las ciencias tienen buena reputación, no tanto porque la gente se dedique a verificarlas, sino porque en la práctica, en la tecnología, han demostrado funcionar. Mientras un carro funciona bien, o más que bien, nadie se molesta en mirarle el motor. Así mismo la gente no se preocupa por comprobar la validez de las verdades científicas.

Cuando hablamos de verdades científicas, no nos referimos a verdades inmutables escritas en piedra, sino a las descripciones que los científicos ofrecen sobre el mundo. Dado que el conocimiento científico es acumulativo, es de esperar que esas descripciones sean revisadas y cambien. Pero para poder revisar nuestro conocimiento del universo hacen falta evidencias muy sólidas que puedan convertirse en nuevos conocimientos científicos. Y es en este punto donde el genio de algunos científicos se les confunde con el alma de poeta. Y empiezan a inventar. No veo nada malo en inventar posibles explicaciones para el mundo. Pero hay veces en que esas ideas parecen surgir más de la imaginación y el wishful thinking que de las evidencias.

El fenecido Carl Sagan, una persona a quien admiro, no pudo resistirse a las tentaciones de creer que era buena idea intentar contactar con vida extraterrestre, y apoyaba el programa SETI. Sagan, autor de Contact, pensaba que si contactábamos con una civilización capaz de contestarnos y visitarnos, quiere decir que es porque tienen una super tecnólogía. Y si tienen esa super tecnología, quiere decir que han evolucionado lo suficiente sin haberse matado entre sí, así que seguramente serán benévolos y beneficiosos para la humanidad. Esto a mí me suena a una pseudoreligión que coloca nuestras esperanzas en una salvación trascendente, en este caso, extraterrestre. Así que abramos el corazón, y a mandar millones de dólares a SETI, sus radares, y los bolsillos de unos cuantos astrónomos aburridos!!! (Y del plan de salud universal, o la educación universitaria accesible a los pobres, mejor ni hablemos...que los extraterrestres oigan nuestras plegarias y SOS es más importantes.)

Esto para mi resulta totalmente ridículo. Un insulto a nuestra inteligencia. Sagan parte de la idea de la "posibilidad" de que exista vida en otros planetas, algo plausible, pero un minuto más tarde ya nos lo mete mongo hablándonos de que si ETs pacíficos y con tecnologías maravillosas. Hello!!!! Esto un ejemplo claro de pseudo ciencia o poesía. Y nos sorprende que tal cosa provenga de la misma mente escéptica que produjo el clásico Demon Haunted World. Una pena que no le pueda decir "Live long and prosper, Carl."

Otro científico genial, que a veces parece escribir libretos para George Lucas es Stephen Hawking. El hombre habla sobre asuntos como el Big Bang y la forma del universo, de manera que a veces parecería que el tipo estuvo allí mismito. Cada vez que lo oigo no puedo evitar gritar ¡¡¡QUÉ CARAJO SABES TÚ!!! Gente, este tipo cree tener autoridad sobre asuntos que ocurrieron hace tantos millones de años que no caben los ceros aquí. Asuntos que los mismos astrofísicos dicen que son sumamente difíciles de explicar, puesto que las temperaturas del universo en aquel entonces fueron tan elevadas que gran parte de las evidencias de esos procesos cósmicos se borraron por siempre. (Eso dice Barrow en el libro que estoy leyendo.)

Hace unos años Hawking tuvo el atrevimiento de decir que podía explicar el origen del universo en una cáscara de nuez. (Universe In A Nutshell) En un capítulo, Hawking incluso hace una intentona de predecir el futuro de la humanidad. Y luego nos cabreamos cuando los creacionistas cristianos, como Dr. Dino, atacan a los científicos por crear mitos dignos de fe.

En 2004, Hawking presentó una nueva teoría sobre los hoyos negros que contradice gran parte de lo que venía diciéndonos de ellos por años. Hawking sigue siendo uno de los científicos más célebres del planeta. Pero hasta la fecha la comunidad científica no está segura siquiera de que los hoyos negros existen, ni siquiera que el Big Bang sea un hecho. Por el momento todo es especulación, teoría y modelos matemáticos. Con esto último no hay ningún problema. La ciencia es todo eso, pero en el momento en que las matemáticas se mezclan con la poesía, ya la cagamos. ¿Pero quién se atreve a ponerle frenos a la imaginación de un genio como ése?

Creo que a Hawking lo que le hace falta es irse unos cuantos días de vacaciones como yo, y en vez de pensar en tantos hoyos negros, relajar unos días su imaginación entre unos cuantos culos tostados en una playita del Caribe.

domingo, 12 de agosto de 2007

Opinar por opinar

A la verdad que los periódicos van de mal en peor. En endi.com nos ponen esta ciber encuesta: "¿Cree que los padres de Madeleine son cómplices en la muerte de su hija?"

Las opciones son: "Si", "No", "Me es indiferente"

Pero ahí falta: "Y qué carajo sé yo!?"

En PR todo el mundo tiene que tener una opinión de algo, aunque no sepamos un coño de lo que se nos pregunta. He visto programas cómicos, dónde ponen a supuestos periodistas a preguntar cosas absurdas a la gente, "¿Qué opina usted de..... la refracción de los heliogóbalos?" Y la gente se pone a opinar! "Ehhh....Pues yo creo que eso está muy mal!"

Con lo de Madeleine, yo quisiera saber cómo endi.com espera que sepamos si los padres tienen culpa o no. ¿Se supone que somos psíquicos? ¿Astrólogos? Por qué mejor no dejar que los expertos sean quienes hablen. Y no me refiero a los "expertos" que derepente surgen de la nada para cada problema nuevo; como los "expertos" en "Misses" que analizan los certámenes de belleza, o los "expertos" en "hombres que se trepan en grúas para que le rebajen la pensión alimenticia". No. Me refiero a la policía, a los fiscales e investigadores del caso!

Otra cosa que me pregunto es ¿por qué tanto follón con esa niña? ¿Qué no saben que en la India suceden cosas así todos los días, y peores?! ¿Habría sido tan famoso el caso de la Madeleine si esa niña hubiera sido negra con padres negros?

A veces pienso que la prensa mundial está encompinchada. ¿Cómo es posible que ahora mismo en TODOS los medios noticiosos del mundo se esté hablando de lo mismo? ¿¿Cómo coño se ponen de acuerdo?? ¿Acaso no hay cosas muchísimo más graves que discutir? Hmmm, ¿será que no podemos tolerar que desaparezca una niña blanquita de ojos azules tan mona?... Ohhh, eso sí que nos derrumba el status quo, ah! Pero que haya prostitución infantil en Tailandia, y que sean hombres blancos quienes sostienen esa mafia allí, eso no lo mencionan casi. Que hayan niños por Malasia a quienes le han extirpado órganos, para podérselos transplantar a niños blanquitos por acá...eso tampoco sale en las noticias. Que haya niños en Irak con media cabeza explotada por "fuego amistoso", eso tampoco se comenta.

La misma mierda de esta niña ocurrió hace unos 10 años, con otra nena blanquita rubia de ojos azules en EEUU, que los padres hasta la ponían en concursos de belleza. La mataron o desapareció o no sé qué, y todo era porque la nena era tan mona....Si hubiera sido negra de pelo "yonyi" no salía ni en el telenoticiario del medio día.

¿¿Qué carajo le pasa a la prensa??

Es sólo mi opinión.