martes, 16 de diciembre de 2008

Bush y los zapatos


La pregunta es: ¿Cómo no se le ocurrió a nadie antes?

La presidencia de Bush termina como empezó, en el ridículo.

El criminal de guerra, —que por desgracia, nunca será juzgado ante los tribunales pero sí ante los ojos de la historia— no debió recibir dos zapatazos, sino un zapatazo por cada muerte iraquí y americana que su guerra espuria provocó.

A Bush, ese gran libertador de Iraq, deberían dejarlo suelto un fin de semana por cualquier plaza de Bagdad, para que el pueblo tenga la oportunidad de agradecerle el gran favor que les hizo durante los últimos años.

Bush más bien debería mudarse a Iraq y disfrutar del país que contribuyó a colapsar y fragmentar con sus negocios petroleros y armamentistas.

El periodista que lanzó los zapatos se equivocó en una cosa: llamar perro a una cucaracha.

Aun así, ese ciudadano iraquí merece nuestro aplauso y respeto. Y aunque en los próximos meses él y su familia lo pasen muy mal, la historia lo recordará por siempre, y los libros nos lo presentarán como aquel que tuvo los pantalones, aquel que tuvo los huevos, aquel a quien se le ocurrió primero.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Obama



No sentía tanta emoción colectiva desde la primera vez que vi la celebración de los Ewoks al final de Return of the Jedi.

Pocas veces un hombre logra encarnar tan profundamente el espíritu del pueblo, y quizá del mundo.

Pero Obama es más que un hombre. Es un símbolo. Representa una voluntad y actitud ante las adversidades diametralmente opuesta a la de Bush.

Durante ocho años, Bush atacó a las minorías, protegió y benefició a los ricos, privilegió a los religiosos, intentó establecer una teocracia, cortó fondos a la investigación científica, persiguió a los gays y lesbianas, intentó acabar con el movimiento pro-choice, inició una guerra espuria en el medio oriente, mintió a Naciones Unidas, traicionó a su propio pueblo, justificó la tortura, dio rienda suelta al espionaje dentro de su propio país, violó todos los derechos humanos, su política económica colaboró en el más grande descalabro de la economía del mundo, arruinó la reputación de los estadounidenses a lo largo del planeta. En pocas palabras, escribió las páginas más oscuras de la política americana en los últimos cien años. No sé con cual epíteto pasará a la historia, porque son muchos posibles: Bush el borracho, Bush el hijo de papi, Bush el fraudulento, Bush el inepto, Bush el imbécil, Bush el teócrata, Bush el genocida, Bush que nunca vuelva.

La historia sólo podrá redimir al pueblo americano de haber tenido semejante incompetente canalla como presidente, cuando nos recuerde que las dos veces que llegó al poder fue mediante el fraude electoral. Primero Florida, y luego Ohio. Sólo recordando este hecho, podremos comprender cómo fue posible, y perdonar a esa nación, pues fue un crimen que no cometió.

No sé cuan caro hemos tenido que pagar por tener finalmente a alguien como Obama. Lo cierto es que, ni Al Gore, ni Kerry, podrían darnos esa esperanza.

Obama representa la esperanza del cambio, no solo en EEUU, sino en todo el mundo. La gente está harta del status quo, de los abusos del sistema neo-liberal de Wall Street y que el resto de los países emulan. Llegó la hora de dialogar con el enemigo, de tender puentes, de educar y cuidar de la salud de los más pobres.

No será fácil. Pero Obama nos recuerda hoy que cuando la voluntad del pueblo converge en una sola fuerza, todo es posible.

Hoy, miremos al futuro, ¡y dancemos como los Ewoks!

viernes, 31 de octubre de 2008

La estirpe de Mc-Caín

Un día a Caín se le ocurrió darle un mazazo por la cabeza a su hermano Abel, matándolo en el acto.

Al tiempo, Dios le preguntó a Caín por su hermano, y Caín, haciéndose el loco, enunció una de las más celebres preguntas de la mitología judeocristiana:

“¿¿Qué?? ¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?”

Este relato pone de relieve dos tendencias muy marcadas en nuestra especie. Primero, el egoísmo, el individualismo. Nos importa un carajo el mundo entero, siempre y cuando no nos toquen el ombligo. Y en segundo lugar, la capacidad de sentir conmiseración y piedad por aquellos “hermanos” que están peor que nosotros.

En estos días la prensa me está recordando cada vez más esa doble condición humana.

Durante muchos años he sido de los que piensa que la riqueza mundial está mal distribuida. Los ricos tienen cada vez más; los pobres cada vez menos. No me malinterpreten. No estoy de acuerdo con el ideal utópico socialista de que todos debemos vivir igual, tener la misma casa, la misma ropa, etc. El esfuerzo debe premiarse. Por eso, está muy bien que los ricos trabajadores vivan bien; siempre y cuando los gobiernos, se encarguen de que las personas que se esfuerzan, que trabajan para esos ricos, reciban un salario digno que asegure la cobertura de todas sus necesidades básicas. El problema no es que haya ricos; el problema es que nadie se encarga de que los ricos repartan más humanamente esa riqueza. ¿Sabían que en el planeta hay tanta riqueza, que la pobreza podría eliminarse, y aun así los ricos seguirían siendo ricos? Por ejemplo, sólo Bill Gates podría darle 7 mil dólares a cada ser humano; cantidad suficiente para eliminar la pobreza en la mayor parte de países africanos.

En un mundo así, ¿tiene sentido que haya gente muriendo de sed?

Estas últimas semanas, he podido ver con horror, cómo el candidato a presidente de los EEUU, John McCain, hace gala de su ideario republicano conservador y supuestamente “no-intervencionista”. McCain, una mezcla de Rambo en cuerpo de Fraggle Rock, se burlaba de Obama cuando éste último decía que “la riqueza debía repartirse.” McCain se reía, y acusaba a Obama de ser un marxista socialista. Yo realmente no podía entender ese cinismo.

“Repartir la riqueza.” ¿Qué hay de malo en ello? ¿Qué les causa risa aquí?

¿Cómo es posible que a un aspirante a presidir un país con tantos millones de pobres, no se le caiga la cara de vergüenza cuando se burla de un principio tan necesario, no sólo en su país, sino en el mundo entero?

Gente, la riqueza está MAL repartida. Quien diga lo contrario es un canalla. Un puerco, un insecto.

Obama propone subirle los impuestos a los ricos. No para regalarle lujos a los pobres, sino para que esos pobres tengan una educación y trato sanitario más digno de lo que tienen ahora.

“Repartir la riqueza”, según Obama, no es motivo de ninguna risita sarcástica, sino digno de aplauso en un país tan capitalista como los EEUU, donde cada quien vela por lo suyo y el vecino que se joda.

La risilla de McCain, y su lugarteniente Palin, quienes en las próximas semanas se achacaran mutuamente la culpa de su gran derrota electoral, pone en evidencia lo peor de nuestra especie. La incapacidad de ser solidarios con aquellos que menos tienen, con los que no han tenido las mismas oportunidades que nosotros.

Los republicanos parten de la premisa (falsa) de que en la carrera del éxito, todos arrancamos desde el mismo lugar; que todos tenemos las mismas oportunidades, que somos “iguales ante Dios”, etc. Y por ello piensan que los ricos deben ser protegidos, pues son los “generadores de riqueza”, y que los pobres ni se atrevan a quejarse, que bajen la cabeza, y les den gracias por los empleos y migajas de mierda que reparten.

Pues no. No todos somos iguales. Algunos nacen en mejores condiciones que otros. Nuestros genes son distintos. Nuestras historias nos condicionan. Hay gente que nace y morirá pobre, no porque lo merezcan, porque sean inferiores, lisidados, o vagos. Sino porque el sistema que protege al rico, se olvida de proteger también los derechos de los de abajo. Y no, porque muchas veces los ricos no son más que “generadores de riqueza” dentro de sus propios bolsillos. Es más, muchas empresas millonarias multinacionales, como Monsanto y McDonald’s, más bien son generadoras de miseria.

Obama no propone joder a los ricos o quitarles sus mansiones. ¡Que sigan siendo ricos! Pero coño, que los jodidos puedan ir a un médico.

Los republicanos dicen: “Que el gobierno no se meta ,que nadie nos diga a qué médico debemos ir.” Se les olvida que en EEUU hay pobres que no pueden siquiera ELEGIR, que ni tienen para comprar medicinas!! Los ricos irán siempre al médico que les salga de los cojones. ¿Por qué refunfuña McCain? ¿Será que los cabilderos del lobby de seguros médicos privados están cagaos de miedo porque ya no podrán explotar igual a los pobres? Pues claro, el grueso de los ingresos de esos seguros privados viene de la clase media asalariada y explotada. Tienen que evitar a toda costa que se “socialice” la medicina.

El otro asunto que Obama pretende cambiar es que en EEUU solo los adinerados, o los eternamente endeudados, pueden pagar una educación universitaria. Obama quiere a los pobres en las universidades.

Ohhh…la educación…los pobres yendo a las universidades…los negros (como Obama) en Harvard…educándose…pensando…cuestionando…liberándose del yugo… exigiendo trato digno.

Oh Mc-Caín…cuánta razón tienen los de tu estirpe de Caín al estar tan preocupados.

jueves, 9 de octubre de 2008

Las telenovelas y el mundo de los muertos

“Ay mi nietecita, eres lo que más quiero en el mundo de los vivos…”

Así dice una señora mayor ya “muerta”, de apariencia espectral, como hada madrina de vestidos blancos, abrazando a una niña pequeña que se refugia del asco del mundo exterior.

Las telenovelas mexicanas siempre se han destacado por su mediocridad en todos los niveles. Mala actuación, malos guiones, poca creatividad. Eso sí, a la hora de mostrarnos palacios o mansiones gigantescas con piscinas (“albercas”), patios interiores de ensueño, no se lo piensan dos veces. El asunto es deslumbrar al público mediante las formas, pues en el contenido hay poco, muy poco.

Y parte de ese “poco” es la constante y vieja propaganda que Televisa y amigos le llevan haciendo al Vaticano Inc., y a su sucursal católica mexicana, que de hecho es la más grande de Hispanoamérica. Dado que las telenovelas mexicanas se exportan a, literalmente, todo el planeta, es de suponer que el Vaticano esté muy contento con la labor “de campo” que le hace Televisa. ¿Que aparece una que otra nalga, o chica tetona escotada? No pasa nada, pues es seguro que las novelas evangelizan más que todos los sacerdotes mexicanos juntos en un domingo. La teta y el escote es un precio muy bajo a pagar.

Es obvio que las telenovelas mexicanas no aportan mucho intelectualmente al público. Hasta ahí son algo inocuo. Pero el asunto va más allá, pues no se trata de que no aporten nada, sino de que activamente embrutecen, fomentan la superstición y promueven el conformismo, que la gente se sienta a gusto con el status quo, que por cierto, en México, al igual que en toda Latinoamérica, es un tremendo asco.

Está bien que los “malos”, que por cierto siempre son los ricos, sigan siendo ricos, siempre y cuando acepten a la protagonista pobre en su familia. Al fin y al cabo, la protagonista no se casa con el chico pobre que lleva enamorado de ella toda la vida, sino que escoge al galán rico, se casa con él, claro, termina haciéndose rica, reforzando el status quo que en un principio la marginaba y oprimía. ¡Bravo!

Las telenovelas nos mandan un mensaje doble sobre la pobreza. Por un lado, es bien jodido ser pobre, vives en una casucha de mierda, no tienes padre, tu madre es una gorda fofa avejentada que solo cocina frijoles, tienes 20 hermanos y quizá tú eres la única adoptada. En fin, que tu vida da asco. PERO, por ser pobre tienes una ventaja: estás en contacto directito con “Diosito”.

El mensaje es que mientras la chica mantenga su fe, y le rece a “Diosito” o a la “Virgencita” (como los mexicanos suelen llamar a sus diosesitos), entonces las cosas irán “bien”. Bueno, en términos telenovelísticos irte “bien” es que después de que te joden la vida durante 98 capítulos, al final, en los últimos dos, la mujer se ve reivindicada a través de un “buen” casamiento en una “buena” iglesia con un “buen” párroco, tragándote una “buena” ostia. ¿Qué más da que la hayan humillado, pegado los cuernos o dejado temporeramente ciega? Al final, todo vale con tal de tener una “buena” boda…y entrar al mundo de los ricos. Ahhhh, quién no quisiera!!….

Rezar, según las telenovelas, es tan efectivo que puede lograr que el chico más guapo de la colonia Polanco en el DF, se fije en la verdulera más simple, más maleducada del barrio de Tepito. Pero también, claro, la que más buena está, no sólo en Tepito, sino en el país entero! Por eso nos tragamos siempre que en las novelas los galanes escojan a esas verduleras, porque vaya tetas, vaya ojazos, vaya nariz caucásica natural!!! Mmmm!

Y es ese el otro mensaje que nos dan las telenovelas: que el mayor mérito de una mujer, es estar buenísima. Si no es así, los reto a que pongan en la próxima telenovela como protagonista a una verdadera verdulera del mercado de abastos! ¡Y veamos con quién se casa!

Pues bien, todo este embrutecimiento no basta ya para captar la atención del público. Ahora la moda en Televisa es introducir elementos sobrenaturales. Como por ejemplo, fantasmas de la abuelita muerta, o hadas, o duendes que se confunden con la realidad. Y no me extraña. Los duendes, y las abuelitas difuntas, son muchísimo más divertidos y atractivos que Guadalupes tiesas de palo en altares carcomidos por el moho entre lúgubres velas. Si me dan a escoger, yo también prefiero a mi abuelita!

¿Qué pensará el Vaticano Inc. de este cambio?

Parece que la “Virgencita” se está quedando sin combustible en las telenovelas y “en el mundo de los vivitos”.

viernes, 18 de julio de 2008

Ratzinger pide unir todas las fes de mundo contra la violencia

La hipocresía ecuménica continúa.

La última noticia es que el Papa Ratzinger pide que para luchar contra la violencia, especialmente el terrorismo, todas las “fes” deben unirse. No sé para qué…Tal vez se ha dado cuenta que el “dios” católico no es lo suficientemente “omnipotente” y ahora necesita la ayuda de deidades colegas, Vishnu, Zeus, Alá, etc.

¿Por qué será que Ratzinger no les explica a esa gente de “otras” fes, lo que su doctrina católica realmente dice?

¿Por qué no explica en ese mismo comunicado que la Iglesia católica enseña que todo aquel que no sea bautizado y siga sus mandatos irá directamente al infierno?

¿Cómo carajo puede hablarse de terminar con la violencia en este mundo, cuando la Iglesia católica es la primera que hace violencia cuando condena a todos los no-católicos al fuego eterno!!

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Benedicto, sabes bien que tu religión conformó la primera institución terrorista de la historia occidental. Las paredes de tu “Santa Sede” están forradas con la sangre de miles de inocentes, musulmanes, indígenas, esclavos, herejes, brujas, científicos, filósofos y ateos.

No nos hables de unir fes, cuando tu fe, desde sus fundamentos bíblicos y la tradición misma, está podrida de rencores y miedos a los que no son como ustedes.

La única diferencia entre los terroristas y tú, es que ellos no son hipócritas y ponen en práctica lo que sus textos sagrados dicen: Cortarle la cabeza a los infieles. Benedicto, tus textos sagrados dicen lo mismo. ¿Por qué no sacas la espada de una vez? ¿Por qué no haces tal como hicieron cientos de tus antecesores pontífices? ¿Por qué no tienes los cojones de limpiar este mundo de los impíos? Cobarde! Tibio!

La mayoría de los terroristas son víctimas del lavado de cerebro de líderes religiosos parecidos a ti. Pero la gran diferencia es que mientras tú, en Roma, cagas en inodoros esculpidos por Bernini; la mayoría de esos terroristas representan a pueblos oprimidos que diariamente reciben bombas del cielo en vez de lluvia y oro como tú.

Benedicto. Ratzinger. No hables más mierda. Y métete tu ecumenismo por la sotana.

lunes, 7 de julio de 2008

Irreverentes ilustres contemporáneos: Matt Bellamy


Dicen las malas lenguas que Matt Bellamy, el genio musical indiscutible, capaz de llevar lo mejor de Sid Vicious, Rachmaninoff, Depeche Mode en su época industrial, Maria Callas y Buck Rogers en el siglo XXV, a un mismo escenario, líder de la ecléctica e incatalogable banda MUSE, un día escribió una canción de tintes irreverentes. Y para grabarla requería de un gran órgano de iglesia.

Así, Matt fue a una iglesia y el vicario insistió en que le mostrara la letra de la canción. (¿Qué creían, que las costumbres de los inquisidores censores se borraban rápido?) De haberlo hecho, Matt hubiera sido excomulgado ipso facto y rociado con agua bendita. Entonces, para evitar tal escenario, se le ocurrió una idea genial, y se sacó de la manga una letra falsa, utilizando un mensaje positivo y bonito. Bien “pro-establishment”. Al vicario le pareció muy bien la letra, y así le dieron el permiso para usar el órgano, y así se grabó Megalomania, el gran final de su segundo album Origin of Symmetry.

Megalomania es una canción que expone los pensamientos de un hombre que pasa una mala racha con su mujer. Y en el transcurso pone en cuestión la autoridad de la Iglesia, la religión, y el imperativo de que todos tenemos que tener hijos, o que ser padre es lo más maravilloso del mundo.

“El paraíso tiene un precio.” Y Matt contesta que no está dispuesto a pagarlo.

“¿Para qué fuimos construídos? Qué alguien me diga.”

¿Cuestiona Matt que el ser humano sea un tipo de máquina hecha para reproducirse y nada más que eso?

“La verdad es que ella no puede tener bebés… ¿Pero para qué son? Sólo crecerán y romperán las leyes que has amado.”

“Quítate tu disfraz!
Debajo de él estoy yo!”

¿Es un tipo de megalomanía el precio a pagar para aquellos quienes rechazan el Paraíso o niegan uno de los imperativos básicos de la especie?

Vaya joyitas pa reflexionar. Con la de mierda que suena en la radio estos días….

Versión original:
http://www.youtube.com/watch?v=-P2q6UQmRmo

Versión en vivo:
http://www.youtube.com/watch?v=4gRE-JL1V3g

Megalomania
by: Matt Bellamy (MUSE)

Paradise comes at a price
That I am not prepared to pay
What were we built for?
Could someone tell me please

The good news is she can't have babies
And won't accept gifts from me
What are they for?
They'll just grow up and break the laws you've loved

Take off your disguise
I know that underneath it's me
Who are you oooh

Useless device it won't suffice
I want a new game to play
When I am gone - it won't be long
Before I disturb you in the dark

And paradise comes at a price
That I am not prepared to pay
What were we built for?
Will someone tell me please

Take off your disguise
I know that underneath it's me

El ecuménico pasaporte al infierno

Repíte en voz alta:

ME - CAGO - EN – EL - ESPÍRITU - SANTO.

NIEGO – TODO - LO - RELACIONADO - A - LA – FUCKING - PALOMA

Ya?

Estimado lector, lamentamos informarle que usted acaba de ser condenado por la eternidad al fuego del Erebo sin posibilidad alguna de perdón.

Pues así dicen las Escrituras:

"El que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón nunca, antes bien será reo de pecado eterno" (Mc 3,29; Cf. Mt 12:32; Lc 12:10).

Más claro no canta un gallo.

Pero como era de esperarse, los católicos nunca se contentan con lo que claramente dice su texto sagrado. Y entonces lo retuercen aun más. (No sé si presuponen que el Escritor es un imbécil o sencillamente un autor mediocre incapaz de explicarse por sí mismo...) Según el Catecismo en el # 1864:

“No hay límites a la misericordia de Dios, pero quien se niega deliberadamente a acoger la misericordia de Dios, mediante el arrepentimiento, rechaza el perdón de sus pecados y la salvación ofrecida por el Espíritu Santo. Semejante endurecimiento puede conducir a la condenación final y a la perdición eterna.”

Holy shit, Batman! Negar la misericordia de Dios!!! How dare you!!!

Pero Juan Pablo II intenta aguarnos la fiesta. Para él no es un asunto de meras palabras: En Dominum et vivificantem 46-48, dice:

"Esta blasfemia no consiste en el hecho de ofender con palabras al Espíritu Santo; consiste, más bien, en el rechazo de aceptar la salvación que Dios ofrece al hombre por medio del Espíritu Santo."

Ahora, fíjense bien en lo que esto último implica. Olvidémonos de ateos cristianos o blasfemos. Si calculamos la cantidad de gente que no acepta la “salvación mediante el Espíritu Santo” tendríamos que pensar que, por ejemplo, el 95% de los chinos irá al infierno. Y los indios? Los negros animistas? Los judíos? Los musulmanes? Los shintoístas? Los taóistas? Los budistas?

Todos al infierno, coño! Bien merecido!

Aquí se encierra la farsa de Juan Pablo II. El supuesto Papa ecumenista, que se sentaba con personas de todas las religiones, no sé para qué; en realidad pensaba que todos ellos (a excepción quizá de los prostestantes) eran una panda de condenados al infierno sin remedio por no aceptar la salvación mediante el Espíritu Santo.

Ahora explíquenme, ¿cómo coño se puede conversar, cómo carajo se puede llegar a un pacto (de no sé qué), cuando, al menos, uno de los interlocutores asume que el otro es un condenado a la tortura eterna del infierno? O más bien, ¿para qué? Si ya no tienen remedio!!

Me imagino al Papa entrando a esos recintos llenos de líderes religiosos:

“Gente, les tiendo la mano. Vosotros sois todos unos condenados sin remedio. Pero vengo en son de Paz. Vengo a hacerme la paja mental de que comparto el amor con mi prójimo, y me tengo que sentar en la misma mesa de mi enemigo, aunque sepa que merecen el fuego eterno por ofender a la Paloma que me ungió, y en la cual se basa toda mi autoridad. Aunque sabemos que no habrá perdón para vosotros, no os preocupéis, no os olvidaremos. Y cuando todos halláis muerto, y Belcebú haga yogurt de vuestras tripas, oraremos por vuestra memoria, y recordaremos los ratos tan gratos que pasamos juntos. Me caen bien. De hecho, si mi Dios fuera un poco más humano, os perdonaría, y entonces podríamos sentarnos también en el Cielo a comer juntos. Jugaríamos al fútbol los domingos, los musulmanes nos prestarían algunas de sus 72 vírgenes, y nosotros les enviaríamos a ellos un coro de monjas carmelitas calenturientas... En fin…Pero por impíos, osea, por no ser católicos, y dado que no hemos hallado cura para la psicopatía celestial, lamento informaros que tenéis lo que os merecéis. Ahora, démonos todos la ecuménica Paz del Señor.”

Amén.

¿Por qué hay sectas dentro de la Iglesia católica?

Por muchos años me pregunté qué diferencia hay entre una secta y una religión. Hoy, creo estar seguro que todo es un asunto de “public image”. La percepción social es lo que te dice si tu fe es digna o si, por otro lado, perteneces a una comuna de locos. Así de sencillo.

Si hay una institución que ha invertido dinero (y sangre de millones de inocentes) en imagen, esa es la Iglesia católica. Empezando por su mismo nombre presuntuoso, “católica, apostólica Y romana”. Vaya medallón de nombre! ¿Se imagan, “Iglesia parcelera, evangélica y boricua”? Así hay muchas! Pero por eso no van a tener nunca algo como el Vaticano Inc.

A lo que iba. La Iglesia católica, se ha fajao (y nos ha jodido) lo suficiente para que hoy podamos decir que no es una secta. La pregunta que lanzo es: ¿hay sectas dentro de la Iglesia?

Todos conocemos casos de personas envueltas en ellas. Están los llamados “carismáticos”, que en sus reuniones amenas desean expresar los “dones del Espíritu Santo”, porque en las misas lo único que se expresa son los bostezos. Por todos lados están los sectáreos de apariciones marianas locales. También se encuentran los sectáreos ungidos por el sistema, como los del Opus Dei, y los neocatecúmenos (kikos). De hecho, el lugar de dónde la Iglesia católica recibe la mayor exposición pública (y dinero) es precisamente de estos fenómenos. (Los que hacen el trabajo de campo, el trabajo sucio.) Siempre sale en la prensa alguna notita donde Chencha, la gorda de la montaña, nos escribe el mensajito del mes de la “Virgencita” pidiendo que “visitemos a su Hijo en la eucaristía” (Osea, comerse la galleta inodora, y a cambio dejar el billete en la misa del domingo). O también leemos los comentarios homofóbicos de algún miembro del Opus Dei, que causan risa en la mayor parte de la población pensante. (Osea, acrecentar la percepción de que el mundo está muy mal, y generar en la gente el deseo de ir a misa para refugiarse del mundo impío colmado, lleno y repleto de maricas por todos lados!! Y de paso que dejen unos billetitos en la canasta…)

Es evidente que para el circo mediático, el trabajo sucio, y para los billetes, la Iglesia tiene a sus sectáreos internos. Pero, ¿por qué será que la Iglesia, que tanto se las da de seria y jerarquizada, acepta fenómenos que a veces parecen salirse de su control? ¿Por qué permite que individuos como el Padre Pío, que se teletransportaba y podía andar en dos sitios a la misma vez, le roben al Papa su protagonismo? ¿No es acaso el Papa el Vicario de Cristo? ¿No debería el ojo del feligrés dirigirse más a lo que el obispo de Roma hace que a lo que dice Eleuterio, el que vio a la Madre María en una algarroba?

En mi opinión, si estuviéramos en el siglo XVIII, la Iglesia ya habría mandado a asesinar a todos estos sectáreos de mierda. Lo que ocurre es que estamos en el siglo XXI, y la Iglesia no es ya lo que era antes. Hoy es débil y tibia. Se ve obligada a tolerar a los infieles, porque sin las ayudas económicas de los estados (mayormente laicos o aconfesionales), sin las exenciones contributivas, y las donaciones de entidades privadas, sencillamente no podrían operar, ni siquiera quitar la mugre y telarañas de los techos de los templos. La Iglesia católica antes controlaba al sistema. Hoy, la iglesia católica ha sido absorbida en el abismo del sistema. Ya no le dan fuete a los malos cristianos. Ya no predican. Ya no pelean con protestantes. Ya no cortan cabezas de musulmanes. Sencillamente se dedican a pedir dinero, y predicar el “mensaje positivo” del evangelio, como si se tratara de un librito más de auto-ayuda. (Aunque, vaya faena, considerando la cantidad de mierda negativa que abunda en la Biblia.)

Por esta razón, es que surgen movimientos de “avivamiento” dentro del seno de la Iglesia. Los que hoy llamamos “locos”, en realidad no son locos. Ellos sencillamente se dedican a vivir la doctrina tal cual. Tal como la misma Iglesia dice que debería ser vivida. Si un señor Opus Dei, se niega a que su hija se case con un ateo, no es porque ese hombre sea un fanático poco comprensivo. No, mi gente. Es porque está poniendo en práctica lo que la Santa Madre Iglesia dice que hay que hacer! Porque esa boda le podría costar el alma a su hija, e incluso a él, por ser un mal padre y permitirla. (Osea, el infierno.)

Si una doña de una secta mariana, reza el rosario tres veces al día y se olvida de guisarle el pollo debidamente a su marido y sus hijos, no es porque esté ensimismada o mal chingada. Es porque la misma Virgen María, aparecida en Fátima y Lourdes, dijo que había que rezar con cojones!! Porque el mundo está a punto de terminarse!!! Y esto es doctrina oficial de la Iglesia, no inventos de un parcelero.

Así que, cada vez que veamos una secta católica aparecer, recordemos que no son gente insensata, sino personas que hastiadas de la tibieza del sistema romano de su Iglesia, cogen al toro por los cuernos, e intentan vivir la fe como debe ser. No son fanáticos. Son los legítimos! Los auténticos!! Por eso, los obispos, cardenales, monseñores, y chingones en Roma, no pueden batallar contra ellos, e incluso llegan a canonizar a algunos de sus líderes carismáticos. Como dándoles la razón “Sí hijos, aquí en Roma somos una pila de viejos gordos aburridos y fríos…Calienten el kiosko por nosotros, que no podemos. Ah..y de paso envíennos un par de pesos, pa’ sacarle el moho al oro del altar mayor.”

Y así, mientras la Iglesia muere, se multiplican las sectas católicas, los santos, los beatos, las vírgenes, las comunas de locos...

Y los billetes.

martes, 1 de julio de 2008

Religión a la carta

Hace unos meses me invitaron a un bautizo. La verdad que un bautizo es la cosa más aburrida que se pueda presenciar. Al menos en las bodas ponen musiquita que te conmueve y te saca una lagrimita. Pero en el bautizo solo hay un manoseo de bebés, que si lo agarra la madre, que si lo agarra la madrina, no se sabe quién coño lo agarra, luego cagan al bebé de miedo echándole aguas mágicas que entiendo “quitan el pecado” que cometió no se quién coño…En fin, ese no es el tema…El asunto es que luego preguntando por ahí, me di cuenta que los padres y padrinos de ese bebé, no es que fueran típicos católicos no –practicantes; sino que ni siquiera creían ni tenían puta idea de lo que era un sacramento, el pecado original, e incluso me dijeron que no creían en tales cosas. Y lo peor de todo: que bautizaban al niño por complacer a los abuelos!!

Indagando más en el asunto, descubrí que los padres de ese bebé incluso se habían casado por la Iglesia por la misma razón. Que los cuatro viejos, los cuatro futuros abuelos, estuvieran super contentísimos. Yo, la verdad, no entiendo qué carajo tiene que ver la felicidad de un viejo con que te cases por la fucking Iglesia. Si fuera así el mundo estaría lleno de suegras felices. Y me consta que eso no es así.

Total, que yo, comencé a hacer preguntas a esos padres, y les cuestioné que cómo era posible que ellos formaran parte de un acto que para la Iglesia es tan solemne, cuando ellos no creían en eso. Que bautizaran a un niño cuando creen que no existe ni el diablo ni el pecado original, etc. Y fue entonces que recibí la respuesta que se repite una y otra vez por doquier: “Nosotros tomamos lo que nos parece bien, y lo que no, lo descartamos. Lo útil se coge, y lo demás se ignora.”

Lo útil…Lo UTIL! Que joya del pragmatismo contemporáneo! Oh William James!! Oh John Dewey!!!

Pero me pregunto, ¿qué carajo es lo que les parece “bien” de un bautizo?! ¿Dónde está la utilidad espiritual? ¿En qué parte? ¿En el exorcismo? ¿El aguita sobre el bebé? ¿O no será más bien, el tener una oportunidad de verle la cara a un antiguo novio, y decirle en la cara “mira el hijo tan guapo que TU no me diste, so cabrón”? O talvez, se trata de ver a las primas que hace siglos no ves….O el poder pisar una iglesia, y curarnos un poco ese remordimiento de que no pisamos suelo sagrado nunca, y presumir ante los demás: “Uy, miren qué bien comienzo con la educación cristiana de mi hijo! Aun no sabe hablar, y ya está hecho todo un católico militante!! Mírenlo qué mono con su medallita de San Crispín!”

¿No será que lo que les parece “bien” del bautizo es realmente su utilidad social y psicológica en vez de espiritual?

Pues bien, ante ese panorama de que “Tomamos lo que nos parece bien”, no pude más que recordar cuando llego a un restaurant y el mesero me da el menú, y voy escogiendo elementos de la carta. “Hmm este me parece bien…hmmm, este no…quiero este, quiero esto, quiero aquello….” Mientras tengo el dinero, eres el emperador, el todo poderoso. Pide, que hay!

¿Pero acaso una doctrina religiosa puede ser igual que un menú, que un pedido a la carta?

¿Quién es el verdadero todo poderoso? ¿El comensal, o el cocinero?

“Por favor, señor camarero, ehhh, tráigame un poquito de Santísima Trinidad, un poquito de milagros, bodas (que no me salgan muy caras…), y un poquito de amor al prójimo, lo justito….errr…lo del diablo, los malévolos condones, el infierno e ir a misa los domingos, mejor no me lo traiga…”

De pequeño me enseñaron que el pilar de la doctrina era la fe, no la utilidad. La doctrina sobrevive tal cual es, gracias a personas que CREEN que esa doctrina es verdadera. Importa un carajo si es útil, si sirve o no para algo. En el momento en que una doctrina pende de intereses prácticos personales, la doctrina se va a la mierda! Por eso, sin llegar tampoco al extremo fundamentalista, los religiosos tienen que elegir entre creer o no creer. No hay medias tintas. Yo no puedo decir, creo en X punto, pero no creo en Y. ¿Por qué no? Porque eso pondría en jaque la esencia misma del concepto de fe, y en entredicho la idea de que esa doctrina sea verdaderamente una revelación divina.

¿Cómo es posible que yo descarte elementos de una doctrina, cuando parto del hecho de que ésta ha sido revelada por Dios? ¿Quién se atrevería a decirle a Dios cara a cara, “esto me gusta, pero esto no”? Y es que se nos olvida que en un restaurant el que hace el menú, no es el que come, sino el chef.

El cinismo de querer hacer una religión a la carta, forma parte de la sociedad hastiada de religión en la que vivimos. Una sociedad donde la idea de Dios es irrelevante, pero por su superficialidad se resiste a mandar a la mierda el saco de tradiciones y formalismos que conlleva ese pensamiento mágico-religioso. Por eso, con la excusa de complacer a los fucking abuelos y suegros, la gente no hace más que mantener alimentada a la maldita bestia del irraciocinio que se resiste a morir.

Gente, a los supuestos “católicos” que me leen, les recuerdo que decir que se pueden escoger sólo los elementos que entendemos como “prácticos” o “útiles” de la doctrina, es sinónimo de cagarse en la misma doctrina. De reirse de ella. Es poner en duda su fundamento como “verdad” y “revelación”. Si piensas que el diablo, el pecado original, y los sacramentos eternos, son mentiras creadas por los humanos, ¿entonces qué te da la seguridad de que el resto de la sopa doctrinal no lo sea también? O crees o no crees! No seas hipócrita. Al carajo los abuelos y el párroco de la esquina. Acepta que sólo sigues fórmulas que te enseñaron de niño, cuando aun no tenias capacidad de razonar. Pero, ya no eres un niño, ya puedes razonar!! Entonces, si piensas que la religión que te enseñaron está repleta de mierda, te invito a que la escupas de tus entrañas. Sácala de ti!! Cágate en la fucking estampa de los obispos y la paloma del Espíritu Santo y el cuerno del diablo. Y ten los cojones de ser una persona pensante y capaz de DUDAR.

No nos creamos que la Iglesia no conoce el fenómeno de religión a la carta. La Iglesia bien sabe que el 90% de la gente vive “sin Dios” y sólo va a los templos para ceremonias sociales y enseñar el trajecito y presumir las prendas. Pero la Iglesia, moribunda, debe aceptar esta condición. Primero, porque gracias a esas ceremonias entran muchos billetes a sus arcas, y segundo, porque si se le explicara claramente a los feligreses que es necesario creer en TODO lo que predican, la gente, los pocos que aun van los domingos, saldrían corriendo. Por eso, hoy, entran a misa mujeres con escotes que casi se le salen las tetas (a algunas de facto se les salen), y minifaldas que revelan su celulitis, y pantalones a media cadera que revelan los aros del tanga.(Mmmm tan sebxy!) Por eso la nueva generación de curas ya no le dice los jóvenes que las pajas los llevarán al infierno. Por eso dicen ahora que no importan tanto las "formas", sino las intenciones. blah blah blah

No se engañen. Esa “tolerancia” con los tibios, que hoy distingue a la Iglesia, no crean que forma parte de algún cambio oficial de su doctrina. En el núcleo siguen pensando igual que hace 400 años. (En fin, la verdad doctrinal se supone que es "eterna", no?) Y si la Iglesia de hoy, tuviera el poder que hace 200 años, a muchos, como yo, nos estarían quemando vivos en hogueras. La tolerancia con los católicos tibios, la aceptación de los católicos “no-practicantes”, que más bien deberían llamarse “fieles infieles”, es una desesperada estrategia de supervivencia, una táctica que utiliza el monstruo herido para no morir mediante transfusiones al Banco Vaticano. Pura conveniencia histórica. Pero sin duda, adentro, muchos gustarían de excomulgarnos a todos!!! (Uy qué miedo!)

Pero ya es demasiado tarde. La espada de la razón hace mucho ya que rajó a la Gran Bestia de la Mentira, y desenmascaró al cristianismo como la mayor farsa de Occidente. El catolicismo sólo sobrevive mediante rituales muertos, practicados mayormente por supuestos “pragmáticos” dispuestos a revivirla pidiendo dogmas a la carta.

Tú, amigo (a) que me lees, ¿eres uno de ellos?

martes, 13 de mayo de 2008

La conspiración de los supermercados

Cuando era pequeño, y mi mamá me llevaba al supermercado, no tenía ni idea de lo que se trataba el dinero, los shoppers, especiales, ofertas. Lo único que me importaba era que me montaran en aquel carrito de metal, y me pasearan como si se tratara de un paseo intergaláctico. Ymientras yo estaba en mi mundo, haciendo de los potes de leche los controles de mi nave espacial, recuerdo que mi mamá miraba los periodiquitos con las ofertas con mucha atención. Y decía “las chuletas están en especial…” Y esa semana comíamos chuletas. La próxima semana era el pollo. Y comíamos pollo. Esto parecía ser la mejor manera de ahorrar dinero, de “salirse con la suya” pagando menos. Pero la realidad era que los supermercados nos estaban dictando como a borregos lo que teníamos que comer cada semana. Tal semana se compraba el shampoo, y no otra. Tal semana se compraba el detergente, etc. Sí, así era con todos los productos, excepto con los de primera necesidad, leche, huevos, que no cambiaban. Lo que no sospechábamos era que el dinero que nos ahorrábamos en esos precios “especiales”, ya nos lo habían quitado en otros productos. Pero nosotros nos íbamos a casa con nuestras bolsas tan contentos.

Algo que recuerdo muy vivamente de aquellos momentos en el supermercado era el contraste tan grande entre las envolturas y empaques de las marcas “buenas” y las genéricas o marcas blancas. Por ejemplo, si mi madre quería comprar habichuelas tiernas, íbamos a la góndola indicada y recuerdo ver ese amistoso y corpulento Gigante Verde, sonriendo, diciéndonos: “Si me comes serás tan fuerte y hermoso como yo!” Y al lado se encontraban estas patéticas latas blancas de la marca Food Club, que más que habichuelas parecía que contenían desperdicios radiotóxicos. Sólo verlas daba grima. Y aun era un niño!!

Algunas de las preguntas que hoy podemos desprender de este hecho son: ¿Por qué los paquetes de marcas blancas son tan espantosamente feos? ¿Por qué las personas que las producen parecen no tener dinero para un par de diseñadores gráficos que les hagan un logo decente y una etiqueta atractiva? Parecería como sin Food Club no quisiera que se vendiera Food Club. Hmmmm…..aquí hay gato encerrado.

Suelo ir a un supermercado que vende marcas caras y baratas. Lo raro en ese lugar es que las marcas baratas tienen unas envolturas que rivalizan con las caras. Increíble pero cierto. Pero un buen día llegué y cuando fui a comprar los corn flakes (baratos), noté que habían cambiado la caja. Antes, te ponían unas mazorcas preciosas, unos logotipos bien trabajados. Daba gusto. Y ahora sale una caja, con un logo super pequeño, en una letra clarita que casi ni se lee, y unos corn flakes en un plato sin leche, ni su fresita. ¿Qué carajo pasó aquí? ¿Suicidio comercial? Jejeje nah….

Escúchalo bien, panín: El secreto de las marcas blancas no es atraer al consumidor con poco dinero, sino ESPANTAR al consumidor con dinero o con “ínfulas” de tenerlo. Las marcas baratas no son el “resuelve” de los que están apretados, son el lobo vestido de oveja, el Cylon infiltrado…Lee bien.

La verdad es que los productores de alimentos son los propietarios de tanto las marcas caras como las marcas baratas. Las habichuelas son habichuelas estén en la lata que estén. Pagues más o pagues menos. Cuando una persona no tiene dinero, es lógico que vaya a comprar lo barato sin pensárselo dos veces. Sin embargo, las multinacionales saben que en el mundo del consumismo gran parte de la población es de clase media baja, asalariados-que-no-llegan-a-fin-de-mes. Y estas personas están dispuestas a hacer lo que sea para que no se les note que son asalariados-que-no-llegan-a-fin-de-mes. Por eso la clase media es, desafortunadamente la más manipulable. Los ricos compran lo que les sale de los cojones, pero son pocos, y no pueden gastar en comida sus millones, porque sus billetes no les pueden comprar 3 estómagos. Los pobres no pueden comprar casi ná; esos comen lo que les tires. Las únicas víctimas gordas son los del medio. Así pues, los supermercados juegan psicología sucia con ellos. Un día llegas al supermercado buscando queso pa sándwich, y cuando llegas a las estanterías ves este queso Kraft, con empaque brillante, amarillos, rojos, que te babeas. Y al lado, a mitad de precio o incluso menos, tienes un queso envuelto en un papel triste, ¡gris! El pobre compra directamente el queso gris, pq no tiene pa más. El rico compra el Kraft. ¿Pero qué hace Chencho el asalariado? Pues Chencho seguramente, si actúa como la mayoría de la masa, dirá “el barato se ajusta a mi bolsillo pero ni pal carajo llevo yo una mierda de queso así a la barbacoa de este domingo!! ¿Qué pensarían mis amigos del trabajo? ¿Qué diría mi jefe? ¿Cómo miraría su mujer a mi mujer si llevo esta porquería de queso??..uff..que se joda, mejor me llevo el Kraft.”

Quizá los dos quesos son leche de la misma vaca. Quizá su sabor es el mismo. Y aunque la diferencia en precio es enorme, Checho termina comprando la marca cara no por calidad, sino por el derecho a sentirse distinguido, y que de ninguna manera se piense que es un pobretón que come Food Club. Así, cuando abres la nevera de Chencho, te encuentras no sólo con queso Kraft, sino con todos las marcas “buenas”. El tipo se hace la paja mental pensando de que al comer productos de “calidad” significa que no es pobre. “Sólo los cafres, mantenidos y cuponeros compran esas mierdas”, piensa Chencho. Lo que Chencho no sabe es que gran parte de la culpa de que no pueda llegar a fin de mes es el no comprar Food Club. ¿Quién dijo que las pajas no tenían su precio?

Así pues, cuando vayas a un supermercado, y veas esas etiquetas tan feas, tan vulgares, tan parceleras, tan ayuda-pro-victimas-del –terremoto-de-Bangladesh ; recuerda que son feas precisamente porque quieren que tú, asalariado, las veas feas. Quieren que pienses: “¿Quién carajo comprará eso?? Yo ni loco!!!” De ese modo, no sólo te bombardean por un lado con logos atractivos en los productos caros, sino que por otro lado al crear un contraste tan grande entre etiquetas, te están haciendo casi vomitar ante la idea de comprar la marca barata. Lo hermoso se hace hermosísimo, y lo feo feísimo. La Ley de atracción y repulsión trabajando unidas contra tu débil mente. Y así, nos la meten monga.

viernes, 25 de abril de 2008

Padre Pío: el fracaso de un aspirante a Jedi

¿Hasta qué grado debe llegar la desesperación de una organización religiosa para llegar al extremo de sacar un cadáver de su tumba y mostrarlo al público como si se tratara de un fenómeno de feria?

A este punto, a este lamentable nivel, donde ni el “reposo” de los muertos se respeta, ha llegado la iglesia católica, exhumando el cuerpo del mentado Padre Pío.

Para los que no saben quién es, el Padre Pío es un equivalente a un mutante de los X-men pero de la época de los años 40s. El Padre Pío no solo sufría los estigmas de Jesucristo en su propia carne, sino que hasta tenía el poder de bilocarse, osea de estar en dos o más lugares al mismo tiempo!! Todo un Obiwan Kenobi moderno!

Pero desafortunadamente, a cada mito le llega su hora, y con el tiempo se descubrieron las artimañas del Padre Pío. Se supo que se auto-infligía los “estigmas” con ácido, pues el farmacéutico que se lo suplía abrió la boca. (Quien quiera saber más sobre esto, que busque en Google, y no me jodan). Y por si fuera poco, tras su muerte, la iglesia, para agrandar el fenómeno, procedió a embalsamar el cuerpo del cura, de modo que se pudiera apelar a la idea del “cuerpo incorrupto”. Se olvidaron que los verdaderos Jedi, cuando mueren en gracia, ascienden a la luz, desapareciendo su cuerpo mortal en el acto, tal como ocurrió con Yoda y Obiwan. A Pio no lo dejaron desaparecer. Lo que cuenta los rumores de ciertos círculos im-Píos, es que antes de que el viejo muriera y se esfumara en su sotana, los directores del circo vaticano (quienes no podían darse el lujo de perder el cuerpo) lo raptaron y lo metieron en una cámara de suspensión animada, para luego embalsamarlo en vida. Así se explica por qué el cuerpo se mantiene “incorrupto”. No es que esté incorrupto, es que el viejo sigue vivo!!!

Bueno, son sólo rumores…

En fin, no voy a discutir la veracidad o falsedad de este Jedi Knight; o si pertenecia al dark side o no. Lo que quiero es llamar a la atención a la aberración que representa sacar un muerto de su lugar de descanso, con tal de avivar la fe de los crédulos que nada se cuestionan. Dicen que hasta Berlusconi va a visitar al dichoso cadáver. Quizá esto provoque que Padre Pío se revuelque y hasta resucite con tal de que no se le acerque el mafioso corrupto que hoy gobierna Italia. Talvez no, talvez le encante su visita, pues bien se conoce que el gobierno italiano es el primer cómplice del entramado de corrupción del Vaticano. Y por donde anda Berlusconi, andan los billetes…

La gente que visita el cuerpo dice tener una experiencia sobrecogedora, que les encrispa los pelos del cuello y los muslos. La gente sale llorando, algunos hasta dicen oir su voz de ultratumba. Supongo que oirán un “Dejen el billeteeeeeee, dejen el billeteeeeee….” en Surround Sound. ¿Acaso no vale la pena, pagarte un viajecito a un pueblito precioso de Italia, dormir en un hotel de 4 estrellas, y experimentar una piel de gallina unos 5 minutos viendo a un doble de Alec Guinness? Yo también iría!! Sólo faltaría que pusieran en las bocinas la voz del maestro decir “Use the Force, Luke!”

En fin, ahí tienen otra joyita que nos deja el Vaticano Inc. Reflexionen en ello. Y riamos un rato. Pero no crean que somos los únicos en reir. Hay que oir a los protestantes, los supuestos “racionalistas” cristianos hijos de Lutero, burlándose de este tipo de fenómenos del folclor católico. Los protestantes se mofan de los católicos, como si se tratase de hermanitos ignorantes que aun creen en Santa Claus. Pero a ellos yo le pregunto, ¿acaso creer en que alguien es capaz de bilocarse es más absurdo que pensar que una persona caminó sobre el agua, y que después de ser asesinado resucitó por sí solo, y salió volando (como Neo de The Matrix) al los cielos? ¿Es el fervor hacia el Padre Pio más irracional que creer en el pecado original, Yavé de los Ejércitos, y excrementos conceptuales como la predestinación, la gracia, el pueblo elegido, la existencia del diablo?

A todos los cristianos, católicos y protestantes por igual, les digo: You are ALL full of shit, people. Escuchen las palabras de Yoda, o asuman las consecuencias!!

jueves, 17 de abril de 2008

El Michael Jackson y la negritud

Este post va dirigido a reivindicar la figura de Michael Jackson. Aunque no soy fan, ni siquiera tengo un disco suyo, reconozco que Jackson es uno de los más grandes artistas, cantantes, bailarines e intérpretes del pop que han existido en nuestra historia. Creo que en ese punto la mayoría está de acuerdo; hasta quienes lo odian. Con lo que no puedo estar de acuerdo es con gran parte del linchamiento mediático que ha sufrido desde mediados de los 80s para acá. A Jackson le ha pasado algo parecido a lo que a Isabel Pantoja en España. La prensa amarilla decidió cogerlos de “mango bajito”, y a palo limpio con ellos. Y bueno, hay que aceptar que el tipo hace cosas que no son muy comunes y corrientes que digamos. Lo de la pedofilia, de ser cierto, me parece lo más vil del mundo; aunque eso no le resta artísticamente. Pero pongamos eso a un lado.

El ataque al que me quiero referir en concreto es a ese de que Michael Jackson es un mal ser humano porque es un “mal negro”, que se avergüenza de su raza, que está loco con eso de aclararse la piel y ponerse “nariz de blanco” (aunque hasta la fecha estoy por saber qué es una nariz de blanco). Todo esto me parece de la más grande hipocresía posible. Hoy día, cuando sale una persona en la tele diciendo que se ha operado los pómulos o puesto silicón en los labios (miren a Walter Mercado, por favor…), nadie ataca los sentimientos o la buena voluntad de esa persona. Está bien visto que una persona no se sienta a gusto con alguna parte de su cuerpo y decida operarse. Incluso, podemos ver con admiración cómo algunos transexuales se cambian de sexo, y quien lo cuestione queda en ridículo.

Me pregunto, pues, si un transexual odia tener un saco entre las piernas y se lo quita, y no hay problema, ¿por qué está mal que alguien odie tener la piel oscura o facciones “africanas”? Hay mujeres super tetonas que se reducen sus senos y nadie anda diciendo que atentan contra la maternidad o la feminidad, ni nada. Si a un feo le da con operarse y ponerse la cara de Brad Pitt, no hay ningún problema. Si un blanco paga miles de dólares por broncearse en esas máquinas UV pa salir como un camarón asao prieto; … pues, no es que quiera dejar de ser blanco, o que se avergüence de su raza, sino que quiere estar a la moda. Pero si a un negro le da con querer parecerse a un blanco, ahhhh entonces ese es un racista, mal negro, que no se siente orgulloso de su raza, blah blah blah ¿¿¿Pero qué mierda es esa???

Recuerdo una vez que en un programa de Carmen Jovet, una persona del público se atrevió a cuestionarle a la cantante negra Ruth Fernández, el por qué se alisaba el pelo; insinuando que lo normal es que las negras lleven el afro estilo 70s por dictado de la naturaleza. Ruth contestó que lo hacía, no para hacerse blanca, sino para estar a la moda. Y todos contentos. Ya superamos esa etapa, y espero que la persona que le cuestionó haya superado su complejo de negra. (Ese es otro tema.)

Pues bien, Michael Jackson hace muy bien en usar sus millones pa lo que sus pelotas le dicten. Los que lo acusan por ello SON los verdaderamente racistas, (osea, la prensa amarilla americana dominada por blancos, que lamentablemente aun les encanta hacer leña de cuanto negro puedan.) Seres perversos que toman el caso de Michael Jackson como la “prueba” definitiva de que los blancos son superiores: “Mírenlo ahí, el pobre mono que quiere ser blanco…” Y detrás de todo esto, lo que se esconde es el miedo atávico a lo diferente. El miedo a que las minorías puedan coger parte de nuestro bizcocho. Si Michael Jackson ya superó las barreras que los negros se supone que no pasaran, se llenó de más millones que la mayoría de los blancos rubios americanos juntos; uff ahora sólo falta que al parecerse a los blanquitos demuestre más plenamente aun su superioridad. Entonces, hay que decir que Michael Jackson no se blanquea por gusto, como Ruth Fernández se estira el pelo, sino por degenerado, por loco, por…malo. (Truenos y centellas.)

Michael Jackson podrá estar medio loco (no lo dudo al ver su biografía, con ese padre hijoeputa que tuvo), sin embargo tiene el derecho a querer parecerse a quien le salga de los cojones, y pintarse la cara de verde si le place. Pero en este mundo, el canon de belleza gira mayormente en torno al blanco alto de ojos claros, es lógico que haya gente que quiera acercarse más a tal paradigma. Raro sería que Jackson se operara para parecerse a un nativo de las islas Fiji. Las mujeres tienden a querer parecerse a las Barbies, y no hay que ver más que un desfile de pasarela para darse cuenta. Criticamos esas chicas, señalamos su anorexia, pero nadie pone en duda su calidad humana. Nadie dice por ahí que son malas mujeres, sino víctimas del sistema. Y eso es lo que en parte ha sido Michael Jackson; una persona que rompió las reglas del sistema, como pocos negros habían logrado antes en EEUU, pero que cuando quiso ir más allá, actuando directamente contra los esquemas raciales de la sociedad americana, sufrió las consecuencias. Y los mismos que compraban Thriller y se meaban de gusto viendo esa joya de Billie Jean, se convirtieron de la noche a la mañana en sus inquisidores. Porque en el sistema pueden haber gordos que rebajan, feos que se hacen bellos, hombres que se hacen mujeres, pobres que se hacen ricos… pero que un negro se haga blanco, ¡uy, por Diosssssss!

Estaría bien ver cuán blanco es el culo de esos que tiran la piedra…

miércoles, 9 de abril de 2008

¿Es el creyente una persona menos inteligente?

En mi opinión no.

Cuando acepté mi ateísmo, lo primero que me pregunté fue por qué no me había dado cuenta antes de que la religión era caquita de marrana. ¿Qué había fallado? ¿Me había faltado inteligencia?

En el pasado he escrito superficialmente sobre algunas teorías de los psicólogos evolucionistas, quienes entienden que la religión se explica como una disposición originada en un pasado remoto; en algún momento en que las creencias en lo sobrenatural pudieron haber ayudado a la especie humana a sobrevivir. Digo esto pues es importante recordar que no sólo nos influye nuestro entorno socio-cultural, sino también un bagaje genético que determina parcialmente nuestra actitud ante la religión.

Con frecuencia conozco a personas muy inteligentes, que sin embargo creen las cosas más absurdas y ridículas. Recientemente oí el caso de un importante doctor en medicina especialista en cáncer en New York, quien también fungía como obispo de la iglesia de los llamados “mormones”. En casos como este, la pregunta rápida que salta en mi mente es: (Asumiendo que el tipo está ahí por buena voluntad, y no para sacar un beneficio económico personal…) ¿Cómo es posible que una eminencia en la investigación y cura del cáncer, alguien que habrá visto en miles de ocasiones a gente inocente morir a pesar de los rezos y plegarias, pueda creer, por ejemplo, que “Jesucristo sana”, o que viajó a la antigua América a predicarles a los pieles roja? ¿Cómo es posible que alguien que ha pasado por una universidad varios años, pueda continuar creyendo que el “ángel Moroni” inscribiera en piedra para Joseph Smith unas supuestas joyas espirituales que hoy se conocen como el Libro de Mormón? ¿Tanto cuento no les da al menos un ligero olorcitio a caquita? ¿Puede una persona inteligente realmente creerse tanta mierda absurda, ridícula, asquerosamente risible?

La respuesta es sí. ¿Por qué? El problema no es sólo falta de conocimientos, de datos históricos, etc.; tampoco su inteligencia o falta de ésta, sino un asunto de madurez racional. ¿Qué quiero decir con esto? El filósofo Arthur Schopenhauer nos da una clave. Éste alemán gruñón pensaba que la inteligencia y la razón eran dos elementos distintos. Schopy veía la inteligencia como una capacidad de entender las relaciones causa-efecto de los fenómenos que experimentamos. Y la razón, según este filósofo, se trata de una capacidad superior dedicada a organizar los conceptos que ya han sido procesados por la inteligencia. La inteligencia, por sí sola, no puede llegar a la verdad. Para ello hace falta el raciocinio, la reflexión, y la duda que nace en la utilización de la razón.

La inteligencia es una cualidad con la que se nace o no. La razón, más bien, es una capacidad que se cultiva y se desarrolla. Para pensar racionalmente hay que aprender a pensar racionalmente. Hay millones de personas inteligentes que jamás han reflexionado en su puta vida. Por eso, una persona inteligente que nunca se expone a las leyes básicas de la lógica; alguien que jamás llega a comprender cómo opera una falacia, o cuál es el método científico, será una persona con grandes probabilidades de vivir en el engaño, es decir, la mentira.

A los ateos que me leen, les digo que no duden de la inteligencia de las personas sólo porque sean creyentes. En vez de eso, debemos intentar explicarles (si se da la ocasión) lo que sepamos sobre el objetivismo y el pensamiento racional. Si la persona es inteligente en términos schopenhauerianos, es decir, si su mente procesa bien las relaciones causa-efecto, (es decir, hoy como, mañana cago; hoy no como, mañana no cago), entonces seguramente tiene el germen de la duda en algún sitio de su cerebro. Junto con las herramientas del pensamiento racional, y un buen kit anti-falacias, será más capaz de llegar por cuenta propia al convencimiento de que la religión es un fraude, y un instrumento de manipulación colectiva.

Pero aun así, esto no nos asegura nada. Porque bien sabemos de ciertos sabios que, conociendo bien las leyes de la lógica, han continuado creyendo la sarta de sandeces y embustes de la religión. Es como los católicos, que sabiendo que su institución religiosa es la organización religiosa más criminal de la historia, aun así no se avergüenzan de llamarse a sí mismos “católicos” y siguen yendo a misa, y creen que Ratzinger es “heredero de directo” de Pedro y Jesús. (jeje) Y qué me dicen de eminencias, como Tomás de Aquino, quienes incluso intentaron utilizar la razón para probar lo que era imposible probar. Esto, amigos irreverentes, es el típico caso de inmadurez racional. Una persona que domina unos conceptos, pero que los somete al servicio de una creencia irracional. Lo mismo ocurre hoy día con científicos creacionistas que defienden la idea de que el universo solo tiene 6,000 años. ¿Son inteligentes? Seguramente sí. ¿Cuál es su problema? Inmadurez racional. Son pubertos intelectuales. Tienen pelos en la pinga pero aun no saben mojarla, y continúan haciéndose sus pajitas. Pajas mentales, que es lo que la religión es.

En fin de cuentas, todo este rollo se trata de actitudes. Si las actitudes correctas están (esto viene de nacimiento), y si se cuenta con las herramientas necesarias, entonces el machete de la razón sí puede abrirse camino entre la maleza de la idiotez a la que nos induce la creencia en lo sobrenatural.

¿Podrá el ateísmo ser una inclinación innata en ciertos individuos?

martes, 8 de abril de 2008

Las humildes comemierdas

Ayer, mientras navegaba en el internet, se me abrió una página pop que se llamaba algo así como “¿Me das tu messenger?.com” Salía la foto de una chica, y tú decidías si estaba lo suficientemente buena para darle tu messenger. También podías darle una puntuación del 1 al 10. (Luego son los mismos que critican a los concursos de belleza.)

No pude resistir la tentación y me metí un rato a ver las chicas puertorriqueñas que había ahí. Desgraciadamente, todas eran tan feas, que me llamó más la atención los comentarios que ponían sobre sí mismas. Dejando a un lado el hecho de que personas de 25 años, con bachillerato y universidad escribieran “sensicibilidad” o “hipocrecía”, lo que más resaltó fue que casi todas hacían alarde de una supuesta “humildad”. “Soy buena gente…y humilde.” “Soy candela, una bomba sexual…y humilde”. Tan FEAS, y encima humildes!? Pero qué cosa más grande, caballero!!

Dime de qué presumes, y te diré qué careces

Las descripciones de las chicas eran una verdadera ostentación de humildad. ¿Pero de dónde aprendieron esto? ¿De las telenovelas mexicanas? A veces el interés por que se les vea “humildes” es tan grande que en casos llegan a leerse joyas como: “soy humildita” (sic). Sí sí, humildita, más que humilde, “tan humilditamente insignificante e inofensiva que quiero que me miren por pena de lo poca cosa que soy.” En fin, ¿qué carajo significará tanto despliegue de “humildad”? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿No se supone que cuando te describes quieras resaltar y hacer pompa de las cosas buenas que tienes? ¿Qué hay de malo en ello? Por ejemplo, “Mi cara asusta como el cuco, pero tengo un culo riquísimo”. “Tengo una verruga en el labio inferior, pero mis tetas te harán olvidar cualquier pesadilla” O si son ya más recataditas: “Soy una chica encantadora y super simpática y guapa”. ¡¡¡Energía coño!!! Que parecería que estuvieran vendiendo servicios de limpieza del hogar, como las sirvientas de las telenovelas mexicanas “Mande señito, sí señito, como diga usted señito, soy humilde señito, humílleme señito….” ARRRGHH!!! ¿¿Qué no se dan cuenta que “humildes” eran los esclavos sumisos, sometidos y subordinados??

En las descripciones de las boricuas falta vibración, entusiasmo. Pero la verdad es que ese deseo por aparentar humilidad en realidad se trata de un deseo por evadir ser tildado de…(ta-taaaaaaaaan ):

Comemierda. La característica más generalizada del Puerto Rico moderno, del baby-boom para acá.

¿De qué trata este fenómeno? La comemierdería engloba varias características, siendo la altanería uno de ellos. El orgullo puede estar justificado o no. Generalmente se le dice comemierda al que pertenece a una escala social alta y suda pedantería y esnobismo en cada palabra que dice. Pero más interesante es el caso de los que, siendo unos muertos de hambre, se comportan como si fueran reyes de Suecia o reinas de Saba. La comemierdería trasciende escalas sociales. (Donde más abundan es en el mundo del arte.) No sé si esta condición nos surge como consuelo al coloniaje y explotación en que vivimos, donde siempre nos hemos sentido inferiores al paradigma que nos llega del americano. Eso es otro tema. Pero en fin, es un problema real, y grande.

Lo que verdaderamente me jode es que en PR la gente parece no tener la más mínima idea del significado profundo de la humildad. No estoy hablando de significados de diccionarios. En el RAE dice que es una virtud que consiste en reconocer las limitaciones propias. (Otra vez, la típica chica humillada de telenovela.) Pero para mí la verdadera humildad es todo lo contrario. Humilde es aquel que siendo superior (en lo que sea), actúa de tal modo que nunca hace sentir inferiores a los demás. El humilde de esta clase siempre se gana el aprecio de la mayoría. Los “inferiores” piensan “oye, éste tipo, pudiéndose echar el guille, pudiendo ser comemierda, mira lo buena gente que es.” Por eso a veces la humildad es un sinónimo de grandeza. Pero la humilidad esencial es algo natural, no aprendido. La humilidad se tiene o no se tiene. Al comemierda tarde o temprano se le nota la costura.

La humildad no es la virtud del pobre, del poquita cosa. ¿Qué virtud hay en que un pobre sea humilide”?! ¿Se supone que no lo sea? En este maldito mundo, a los pobres, con humilidad o sin ella, se los lleva la chingada. (Por cierto, Cristo fue el primer comemierda, cuando dijo “Yo soy Dios”!) Lo normal, lo que dicta la lógica es que una persona pobre o fea se comporte, no con humilidad, sino con sensatez, por que no tiene otra opción si es que quiere evitar hacer el ridículo. Es lo propio, lo que le toca, si quiere evitar que la sociedad se lo pase por el clavo. En cambio, la mujer rica, por ejemplo, que a pesar de sus billetes, actúa como una persona corriente, no importándole mezclarse con gente que no sea de su nivel social; la chica que está buena y no le niega la sonrisa a los feos. Esa, ESA es la verdadera humilde. Pudiendo estar clavándose a cualquier Tom Cruise o Brad Pitt de turno, vela ahí, me sonríe y me hace digno de su mirada. Qué gracia, qué grandeza!

En fin, que la humilidad no es una cualidad de la que se pueda ostentar. La humildad se despliega en el silencio. Infunde respeto y admiración. Y la persona que dice ser humilde, pronunciándolo, es una ridícula. O una boricua comemierda del net… O ambas cosas.

¡Ay, qué será de mi patria!

domingo, 6 de abril de 2008

El infierno es mejor de lo que lo pintan

Desde que son pequeños, los cristianos alrededor de todo el mundo comienzan a escuchar ciertas palabritas. Dos de ellas son el "diablo" y el "infierno". Mi madre nunca me habló de tales cosas. Pero mi abuela, menos moderna al fin, un día vino donde mí y la cagó. Y ahí empezaron mis suplicios. El diablo, el infierno, la gente mala iba para allá! ¿Yo era malo? ¿Merecía tal castigo? Como no lo sabía, rezaba todas las noches antes de dormirme y le pedía perdón a Dios por ser un niño tan y tan malote. Me aterraba imaginar que al morir iría a ese lugar siniestro de sufrimiento.

Sobre lo del fuego me enteré luego. Y más tarde descubrí que durante la Edad Media algunos cristianos imaginaban el infierno como un lugar gélido, donde literalmente te cagabas de frío en la pinga de Belcebú. Algunos católicos incluso negaban que existiera el infierno, diciendo que era un símbolo de estar apartados de Dios. Pero recientemente el Papa ex-nazi Ratzinger volvió a reactivar la susodicha doctrinita: El infierno existe, y va en serio, eh!!

Pues bien, yo soy ateo, tengo el infierno ganado. Un día blasfemé contra el Espíritu Santo, cagándome en la madre que parió a la paloma. (Pecado que, según Cristo, no tiene perdón de Dios. Y me reitero en mi blasfemia...) Así que no me queda más remedio que acostumbrarme a la idea. Estoy condenado por la eternidad. Pero para no abrumarme demasiado —siguiendo la máxima de los libritos de auto-ayuda y psicología light que tanto están de moda— decidí "sacar algo positivo de una experiencia negativa." Sí, sí...Según esta cultura psico-light, cualquier putada que te ocurra puede servirte de algo. ¿Que unos cabroncillos del barrio agarraron a tu perro y le metieron un petardo en el culo, y ahora te toca cambiarle una bolsita llena de mierda al perro cada 12 horas pq el infeliz no puede cagar propiamente? No te ofusques, no te cabrees contra la vida. Esto te hará crecer en la compasión. ¿Que te violaron a tu hija? No pasa nada... alguna lección buena podrás sacar. Y así etc etc.... Asi que si estoy condenado al infierno, lo cual es muchísimo peor, ¿no podré acaso sacar algo "positivo" al asunto?

Pues la respuesta es sí. Y es que evaluando la historia me di cuenta, que el infierno debe ser el MEJOR lugar del universo para vivir! Imagínense llegar a un sitio y encontrarse a los gigantes Da Vinci y Miguel Angel (los cuales por soltar aceite en el trasero se ganaron la entrada al Érebo). Imagínense entrar y encontrarse con Nietzsche, Feuerbach, Hume, Voltaire!!! Y no queda ahí la cosa...Veamos, en el infierno se encuentran Platón, Aristóteles...y qué me dicen de GALILEO!! Carl Sagan, Rabelais el autor más cómico del mundo! Y si sigo, pues tengo que incluir a los grandes pensadores Buda, Confucio y Lao Tse!! Pero coño, ¡si es que el infierno es un Hall of Fame!!! ¿¿A quién no le gustaría ir??

Claro, también es verdad que habrá una pandilla de hijos de puta por ahí tambien. Stalin, Hitler, Mao, unos cuantos Papas. ¿Pero qué más da? ¿Acaso no se montan los corillos según la personalidad de cada quien? Digo, ahora mismo tengo vecinos con los cuales nunca me hablo! Asi que la proximidad no implica influencia, ni siquiera malos rollos. En el infierno cada quien juega al poker con quien le da la gana.

Pero bueno, haciendo balance, me parece que en el infierno habrán muchos más de los "buenos", que de los malos. Pues si contamos a todos los seres humanos que vivieron antes de Cristo, todos los hindúes, chinos, judíos, apaches, zulus, cavernícolas, etc, pues seguro que entre tantos millones habrán muchísimos buena gente. Habrá artistas, científicos, pensadores, que sencillamente fueron a parar ahí por no haber creído en lo que a alguien se le antojó. Por no haber repetido las palabritas del Abacadrabra Hocus-Pocus de la salvación cristiana: "Creo en tí, Jesús."

Total, amigos, que si lo pensamos, el infierno es un lugar muchísimo más entretenido para pasar la eternidad, que el aburrido Cielo con sus Papas, santos, mártires y sus sotanas, y un corillo de angelitos regordetes que cantan en círculo alabanzas eternas per secula seculorum al Altísimo. "Oh cuan grande eres, oh cuan poderoso eres, Señor Dios!! Aleluya in Excelsis Deo! Qué guapo, qué magnífico, qué mono! Si te sacaras la pinga, te la chupábamos en el acto, oh Señor, Amén de los Amenes!!!" Bahh!! Qué asco!!! Yo, me quedo con el infierno, con Belcebú y mi amigo Schopenhauer, refunfuñando, ligándome una que otra culona impía, y celebrando lo rico que se siente ser condenado por ser ante todo individuo, libre y pensante.

¡Que se joda el Cielo!

sábado, 5 de abril de 2008

¿Qué se siente hacerse ateo?

Durante siglos las huestes monoteístas han inculcado en sus filas que no hay peor condición que la del ateo. Podrás ser marica, y si no enculas te salvas. Podrás ser pajero, y si no raspas te libras. Pero si eres ateo… ay, si eres ateo, no tienes perdón de Dios. Directito al infierno. Pues, ¿cómo puede ir al Cielo alguien que pone en duda la existencia del Creador? ¿Cómo podría Dios, en su divina benevolencia y misericordia comprensiva, abrir sus brazos ante tan vil criatura, que osa cuestionar las autoridades terrenales que Lo representan?

Pues bien, ya sabemos que los ateos son la escoria del mundo, y que mientras más lejos los tengamos con sus influencias racionales, mejor. Pero la duda nos pica. ¿Cómo se siente ser un condenado al infierno? ¿Que se sentirá ser un ateo? Pues yo te lo voy a decir. Porque soy uno.

El ateísmo no es una doctrina, algo que puedas aprender punto por punto. No es una religión, no tiene dioses, ni diablos, ni leyes, ni mandamientos. El ateísmo es sencillamente el estado al que una persona llega cuando deja de creer en la existencia de los dioses. Hay ateos malos, ateos cool, ateos depravados, ateos buena gente, ateos vagos, ateos trabajadores, ateos violentos, ateos pacíficos, ateos intelectuales, ateos que no les gusta que los llamen ateos, ateos que se llaman a sí mismos “agnósticos”, ateos que no saben que son ateos. Hay de todo. Pero en fin, ateos.

En mi caso personal, llegar a ese estado fue resultado de un proceso de varios años. Primero comenzaron las preguntas que nadie me podía contestar. Luego las dudas. Ver las incoherencias dentro de las autoridades religiosas. Luego descubrir los disparates y contradicciones dentro de la Biblia, el supuesto libro “más perfecto” de todos. Luego estudiar otras religiones y darme cuenta que todas repetían el mismo patrón. Poco a poco comenzaba a oler dos tufitos. El primero, a mierdita; las creencias que desde pequeño había seguido comenzaban a revelarse como excretita, caquita de borreguitos. Y por otro lado, un tufito a ateo…Sí, yo comenzaba a apestar a impío, a sin-dios. Pero de las dos pestes, preferí la segunda. Por que la primera es peste a mierda que otros te tiraron encima. Y la segunda, al menos es mi propia mierda, y con un poquito de perfume se disimula.

Hacerse ateo, como ya dije, no ocurre de la noche a la mañana. Tampoco es una euforia. Pero a medida que vas descubriendo que gran parte de las “verdades” que te enseñaron son pura bazofia de mentes enfermas que regurgitan tradiciones de tribus nómadas del desierto de la barbárica edad de bronce, vas sintiendo un “feeling” de libertad. Sientes cómo si te corrieran un programa anti-virus por el cerebro. Ves como el anti-virus, que no es otra cosa que la capacidad de razonar y la duda trabajando al unísono, va limpiando esas neuronas… Y lo ves todo irse por el retrete… Por ahí las Vírgenes! Por ahí las hostias consagradas! Por ahí los panes y los peces! Por ahí el señor don Diablo, con el que tanto miedo te pegaron! Por ahí el cielo! Por ahí el infierno! Y a medida que vas expulsando esa inmundicia, sientes placer. Y no es sólo que finalmente puedas hacerte una paja sin sentido de culpa. Es un placer distinto. Un logro del individuo. Una hazaña a la que muy pocos están destinados a alcanzar: La libertad mental plena de programaciones teístas.

Hacerse ateo se siente rico. Pero para lograrlo hay que joderse. Y comprarse un buen desodorante. Porque en esta sociedad, aunque no lo queramos, seguimos apestando en la nariz de unos cuantos; algunos que si pudieran matarnos y enviarnos a las pailas de Belcebú, no dudarían en hacerlo. Por eso no viene mal un buen roll-on. Pero lo mejor de todo es que cada vez somos más. Y algún día llegará el momento en que quienes apestarán serán ellos. Pero que no se preocupen, para ellos no tenemos señalamientos ni condenas ni hogueras. Sólo jabón, perfumito, y un par de cervezas.