
¿Hasta qué grado deben ser respetadas las religiones?
Siempre he escuchado que las ideas de los demás deben ser respetadas, pues el respeto por el vecino es necesario para que el vecino luego te respete. Estoy de acuerdo, pero hasta cierto punto. Pues yo puedo respetar a mi vecino, apreciarlo, prestarle azúcar cuando se le acaba, pero eso no quiere decir que yo tenga que respetar todo lo que le pasa por su cabeza.
Voy al grano.
Las ideas merecen respeto siempre y cuando se exponen al análisis de nuestras capacidades críticas. Si yo tengo una idea, quiero que otros también la valoren, pues quiero saber si mi idea es falsa, verdadera o necesita de ciertas mejoras. El criticismo es lo que permite a los seres humanos mejorar, fomentando el trabajo colectivo. La falta de crítica conduce a callejones sin salida, a dogmas rancios que sufren de incapacidad para adaptarse a las nuevas necesidades de los tiempos. Las ideas que se exponen a la luz de la crítica y la duda, son las que, en mi opinión, merecen respeto. He ahí el problema de las religiones.
Las religiones están "blindadas" (o eso creen los religiosos) contra toda crítica. Los religiosos inventaron el término
blasfemia, para referirse a todo aquel que osa poner en duda sus creencias. La acusacion de blasfemia es el intento de ponerse el chaleco a prueba de balas necesario para que la mente del creyente inteligente no pueda penetrar nunca a las entrañas de la falsedad doctrinal.
La blasfemia es un concepto anacrónico, típico de edades oscuras teocráticas y sociedades talibanas. Por eso toda religión que acuse de blásfemo a quien sea por atreverse a llevar una opinión contraria a la suya, no merece nuestro respeto. Recordemos que el concepto de blasfemia, en su contexto original, implicaba la muerte del blásfemo. La idea de blasfemia se inventó para MATAR a quien no acatara unos dogmas. Por eso, tal concepto debe ser abolido y erradicado.
¿Alguien quiere que respete sus ideas? Tírate al medio. Expon tu idea frente a la crítica de los demás, y escucha las opiniones. Si te gustan, bien por ti. Si te jode, lo siento por ti. A mí me jode que me critiquen también, pero me aguanto, porque sé que a la larga la crítica siempre aporta algo postivo. Sólo los niños malcriados agarran perretas y rabietas cuando se les lleva la contraria. Y eso es lo que parecen ser los religiosos cuando acusan de "blásfemos" y "calumniadores" a los otros. Niñatos malcriados, eso son! Maduren de una vez.
Quiero que quede claro que aunque una idea no sea digna de nuestro respeto, lo que sí debemos respetar es el derecho a que otros tengan ideas distintas a nosotros. El derecho a pensar es inviolable. Es un pilar del secularismo y la democracia. Nos asegura que todos podamos vivir en relativa armonía. Lo que quiere decir, en términos prácticos, que tú puedes creer y decir lo que a ti te de la gana en tu casa. Puedes invitar a tu casa a quien quieras y decirle lo que quieras. PERO no tienes el derecho de meterte en la casa del vecino y decirle ahí lo que tiene que hacer.
El derecho al pensamiento suena como algo obvio, que tomamos por sentado, pero hace menos de 200 años, en la mayor parte del mundo no existía ese derecho. Te mataban si cometías "crimenes de pensamiento". (¿Recuerdan lo que decía Jesús, que el adultero no sólo es el que mete la pinga en la hembra del vecino, sino el que PIENSA que la está metiendo? Esa es la aberración del concepto "crimen de pensamiento".) Hoy día todos podemos pensar lo que queramos, siempre y cuando no afectemos los derechos del vecino.
El secularismo y la separación Iglesia-Estado son ideas que veraderamente merecen nuestro respeto. Vaya sangre y sudor que nos costaron! Las religiones que quieran ser "respetables" mejor que se queden en sus casas. Mi respeto dificilmente tendrán. Pero de lejos, con las túnicas, inciensos y ritos, al menos adquieren un aire de dignidad.